Dos visiones árabes sobre la guerra en Gaza:
"Así fue que los muchachos de Hamas nos usaron como objetivos (militares)"
Habitantes de Gaza acusan a los militantes islámicos: «Nos impedían dejar nuestras casas y disparaban desde allí»
Lorenzo Cremonesi
"Corriere della Sera"
Habitantes de Gaza acusan a los militantes islámicos: «Nos impedían dejar nuestras casas y disparaban desde allí»
Lorenzo Cremonesi
"Corriere della Sera"
PORISRAEL.ORG y DORI LUSTRON
GAZA - «Váyanse, váyanse de acá! Quieren que los israelíes nos maten a todos? Quieren ver morir a nuestros niños bajo las bombas? Llévense de acá sus armas y sus misiles», gritaban entre los habitantes de la franja de Gaza a los militantes de Hamas y a sus aliados de la Jihad islámica. Los más valerosos se organizaban y habían clausurado los accesos a sus patios, y clavado tablas a los accesos de sus casas, bloqueando rápida y furiosamente las escaleras hacia los techos más altos. Por lo general los guerrilleros no le llevaban el apunte a nadie. «Traidores. Colaboracionistas de Israel. Espías de Fatah, cobardes. Los soldados de la guerra santa los castigarán. Y van a morir de cualquier manera, como nosotros. Combatiendo a los judíos sionistas estamos destinados al paraíso, no les alcanza que muramos juntos?». Y así, gritando furiosos, vencían puertas y ventanas, se escondían en los pisos altos, en los huertos, usaban las ambulancias, si parapetaban cerca de los hospitales, escuelas, edificios del la ONU.
En casos extremos disparaban contra los que intentaban de bloquearles el paso para salvar a sus familias, o los golpeaban salvajemente. «Los milicianos de Hamas lo que buscaban era provocar a los israelíes. En general eran jóvenes, de 16 o 17 años, armados con ametralladoras. No podían hacer nada contra los tanques y los jets. Sabían que eran mucho más débiles. Pero querían que nos dispararan sobre nuestras casas para acusarlos luego de crímenes de guerra», sostiene Abu Issa, de 42 años, habitante del barrio de di Tel Awa. «Prácticamente todas las casas más altas de Gaza que fueron alcanzadas por las bombas israelíes, come el Dogmoush, Andalous, Jawarah, Siussi y tantos otros tenían sobre el techo las rampas lanzamisiles, o eran puntos de observación de Hamas. Los habían emplazado cerca del depósito mayor de la Onu que después se incendió. Y lo mismo ocurrió con los barrios a lo largo de la frontera que luego fueron tan devastados por la furia de la loca multitud y la acción punitiva de los sionistas», le hace eco la sobrina, Um Abdallah, de 48 años. Usan los sobrenombres familiares. Pero proveen detalles circunstanciales. Fue difícil recoger estos testimonios. En general aquí triunfa el miedo de Hamas e imperan los tabúes ideológicos alimentados por un siglo de guerras con el «enemigo sionista».
El que cuenta una versión diferente de la narrativa impuesta por la «muhamawa» (la resistencia) es automáticamente un «amil», un colaboracionista y pone en riesgo su vida. Ayuda, sin embargo el reciente encuentro fratricida entre Hamas y la Olp. Si Israel o Egipto le hubieran permitido a los periodistas extranjeros entrar, hubiera resultado mucho más fácil . Los (periodistas) locales son frecuentemente amenazados por Hamas. «No es un hecho nuevo, en Medio Oriente entre le sociedad árabe falta una tradición cultural de los derechos humanos. Sólo bajo el régimen de Arafat pasaba que la prensa fuese perseguida y censurada. Con Hamas es incluso peor», sostiene Eyad Sarraj, prestigioso psiquiatra de la ciudad de Gaza . Y existe otro dato que está emergiendo siempre en modo más evidente visitando clínicas, hospitales y a las familias de las victimas del fuego israelí. En realidad, su número aparenta ser más bajo de los casi 1.300 muertos, cerca de 5.000 heridos, reportados por los hombres del Hamas y repetidos por los oficiales de la ONU y de la Cruz Roja locales. «Los muertos podrían ser no más de 500 o 600. En su mayoría chicos entre los 17 y 23 años reclutados entre las filas de Hamas que los mandó literalmente a la masacre», nos dice un medico del hospital Shifah que no quiere en absoluto ser identificado, y a riesgo de su propia vida. Un dato que fue confirmado también por los periodistas locales: «Ya lo habíamos señalado a los capos del Hamas. Por qué insisten en inflar las cifras de las victimas? Es también extraño que las organizaciones no gubernativas, incluso las occidentales, las repitan sin verificar. Al final la verdad podrá salir a flote. Y podría ocurrir como en Jenin en el 2002. Inicialmente se habló de 1.500 muertos. Después resultó que sólo eran 54, de los cuales 45 eran guerrilleros que cayeron combatiendo».
Como se llega a estas cifras? «Tomemos el caso de la masacre de la familia Al Samoun del barrio de Zeitun. Cuando las bombas golpearon sus habitaciones reportaron que había 31 muertos. Y así fueron registrados por los oficiales del ministerio de la Sanidad controlado por el Hamas. Luego, cuando los cuerpos fueron efectivamente recuperados, la suma total se duplicó a 62 y así pasaron al computo del balance total», explica Masoda Al Samoun de 24 años. Y agrega un detalle interesante: «A confundir las aguas se metieron también las escuadras especiales israelíes. Sus hombres se disfrazaban de guerrilleros de Hamas, con la característica bandana verde atada en la frente con la consabida leyenda: No hay otro Dios que Allah y Mahoma es su Profeta. Se metían en los pasajes para crear caos. A nosotros nos tocaba gritarles que se fueran, porque temíamos las represalias. Más tarde entendíamos que eran israelíes». Es suficiente visitar cualquier hospital para entender que las cifras no cierran. Muchas camas están vacías en el Hospital Europeo de Rafah, uno de los que debería estar más ocupado con víctimas de la «guerra de los túneles» israelí. Lo mismo vale para el " Nasser " de Khan Yunis. Solo 5 camas de las 150 del Hospital privado Al-Amal están ocupadas. En la ciudad de Gaza fue evacuado el Wafa, construido con las donaciones «caritativas islámicas» de Arabia Saudita, Qatar y otros países del Golfo, y bombardeado por Israel a fin de Diciembre. El instituto es conocido por ser un punto fuerte de Hamas, aquí se recuperan sus combatientes heridos en la guerra civil con Fatah en el 2007. Los demás estaba en cambio en el Al Quds, a su vez bombardeado durante la segunda media semana de enero.
Dice sobre ésto Magah al Rachmah, de 25 años, habitante a pocas decenas de metros de los cuatro grandes edificios del complejo sanitario hoy seriamente dañado. «Los hombres de Hamas se habían refugiado sobre todo en el edificio que acoge las oficinas administrativas del Al Quds. Usaban las ambulancias y obligaban a sus choferes y enfermeros a sacarse los uniformes con los símbolos de los paramédicos, y de este modo poder confundirse mejor y huir de las inspecciones israelíes». Todo esto redujo muchísimo el numero de camas disponibles entre los institutos sanitarios de Gaza . También, el Shifah, el hospital más grande de la ciudad, queda bien lejos de registrar un lleno total. parece que estuvieran en cambio densamente ocupados sus subsuelos. «Hamas había escondido las células de emergencia y el cuarto de interrogatorios para prisioneros de Fatah y del frente de la izquierda laica que habían sido evacuados de la prisión bombardeada de Saraja», dijeron los militantes del Frente Democrático para la Liberación de Palestina. Fue una guerra dentro de la guerra entre Fatah y Hamas. Las organizaciones humanitarias locales, en general controladas por la OLP, hablan de «decenas de ejecuciones, casos de torturas y secuestros en las últimas semanas» perpetrados por Hamas. Uno de los casos más notables fue el de Achmad Shakhura, de 47 años, habitante de Khan Yunis y hermano de Khaled, brazo derecho de Mohammad Dahlan (ex capo de los servicios de seguridad de Yasser Arafat hoy en el exilio) que fue secuestrado por orden del jefe de la policía secreta local de Hamas, Abu Abdallah Al Kidra, luego torturado, le habrían extirpado el ojo izquierdo, y finalmente ultimado el 15 de enero.
Lorenzo Cremonesi (traducción, GMail)
GAZA - «Váyanse, váyanse de acá! Quieren que los israelíes nos maten a todos? Quieren ver morir a nuestros niños bajo las bombas? Llévense de acá sus armas y sus misiles», gritaban entre los habitantes de la franja de Gaza a los militantes de Hamas y a sus aliados de la Jihad islámica. Los más valerosos se organizaban y habían clausurado los accesos a sus patios, y clavado tablas a los accesos de sus casas, bloqueando rápida y furiosamente las escaleras hacia los techos más altos. Por lo general los guerrilleros no le llevaban el apunte a nadie. «Traidores. Colaboracionistas de Israel. Espías de Fatah, cobardes. Los soldados de la guerra santa los castigarán. Y van a morir de cualquier manera, como nosotros. Combatiendo a los judíos sionistas estamos destinados al paraíso, no les alcanza que muramos juntos?». Y así, gritando furiosos, vencían puertas y ventanas, se escondían en los pisos altos, en los huertos, usaban las ambulancias, si parapetaban cerca de los hospitales, escuelas, edificios del la ONU.
En casos extremos disparaban contra los que intentaban de bloquearles el paso para salvar a sus familias, o los golpeaban salvajemente. «Los milicianos de Hamas lo que buscaban era provocar a los israelíes. En general eran jóvenes, de 16 o 17 años, armados con ametralladoras. No podían hacer nada contra los tanques y los jets. Sabían que eran mucho más débiles. Pero querían que nos dispararan sobre nuestras casas para acusarlos luego de crímenes de guerra», sostiene Abu Issa, de 42 años, habitante del barrio de di Tel Awa. «Prácticamente todas las casas más altas de Gaza que fueron alcanzadas por las bombas israelíes, come el Dogmoush, Andalous, Jawarah, Siussi y tantos otros tenían sobre el techo las rampas lanzamisiles, o eran puntos de observación de Hamas. Los habían emplazado cerca del depósito mayor de la Onu que después se incendió. Y lo mismo ocurrió con los barrios a lo largo de la frontera que luego fueron tan devastados por la furia de la loca multitud y la acción punitiva de los sionistas», le hace eco la sobrina, Um Abdallah, de 48 años. Usan los sobrenombres familiares. Pero proveen detalles circunstanciales. Fue difícil recoger estos testimonios. En general aquí triunfa el miedo de Hamas e imperan los tabúes ideológicos alimentados por un siglo de guerras con el «enemigo sionista».
El que cuenta una versión diferente de la narrativa impuesta por la «muhamawa» (la resistencia) es automáticamente un «amil», un colaboracionista y pone en riesgo su vida. Ayuda, sin embargo el reciente encuentro fratricida entre Hamas y la Olp. Si Israel o Egipto le hubieran permitido a los periodistas extranjeros entrar, hubiera resultado mucho más fácil . Los (periodistas) locales son frecuentemente amenazados por Hamas. «No es un hecho nuevo, en Medio Oriente entre le sociedad árabe falta una tradición cultural de los derechos humanos. Sólo bajo el régimen de Arafat pasaba que la prensa fuese perseguida y censurada. Con Hamas es incluso peor», sostiene Eyad Sarraj, prestigioso psiquiatra de la ciudad de Gaza . Y existe otro dato que está emergiendo siempre en modo más evidente visitando clínicas, hospitales y a las familias de las victimas del fuego israelí. En realidad, su número aparenta ser más bajo de los casi 1.300 muertos, cerca de 5.000 heridos, reportados por los hombres del Hamas y repetidos por los oficiales de la ONU y de la Cruz Roja locales. «Los muertos podrían ser no más de 500 o 600. En su mayoría chicos entre los 17 y 23 años reclutados entre las filas de Hamas que los mandó literalmente a la masacre», nos dice un medico del hospital Shifah que no quiere en absoluto ser identificado, y a riesgo de su propia vida. Un dato que fue confirmado también por los periodistas locales: «Ya lo habíamos señalado a los capos del Hamas. Por qué insisten en inflar las cifras de las victimas? Es también extraño que las organizaciones no gubernativas, incluso las occidentales, las repitan sin verificar. Al final la verdad podrá salir a flote. Y podría ocurrir como en Jenin en el 2002. Inicialmente se habló de 1.500 muertos. Después resultó que sólo eran 54, de los cuales 45 eran guerrilleros que cayeron combatiendo».
Como se llega a estas cifras? «Tomemos el caso de la masacre de la familia Al Samoun del barrio de Zeitun. Cuando las bombas golpearon sus habitaciones reportaron que había 31 muertos. Y así fueron registrados por los oficiales del ministerio de la Sanidad controlado por el Hamas. Luego, cuando los cuerpos fueron efectivamente recuperados, la suma total se duplicó a 62 y así pasaron al computo del balance total», explica Masoda Al Samoun de 24 años. Y agrega un detalle interesante: «A confundir las aguas se metieron también las escuadras especiales israelíes. Sus hombres se disfrazaban de guerrilleros de Hamas, con la característica bandana verde atada en la frente con la consabida leyenda: No hay otro Dios que Allah y Mahoma es su Profeta. Se metían en los pasajes para crear caos. A nosotros nos tocaba gritarles que se fueran, porque temíamos las represalias. Más tarde entendíamos que eran israelíes». Es suficiente visitar cualquier hospital para entender que las cifras no cierran. Muchas camas están vacías en el Hospital Europeo de Rafah, uno de los que debería estar más ocupado con víctimas de la «guerra de los túneles» israelí. Lo mismo vale para el " Nasser " de Khan Yunis. Solo 5 camas de las 150 del Hospital privado Al-Amal están ocupadas. En la ciudad de Gaza fue evacuado el Wafa, construido con las donaciones «caritativas islámicas» de Arabia Saudita, Qatar y otros países del Golfo, y bombardeado por Israel a fin de Diciembre. El instituto es conocido por ser un punto fuerte de Hamas, aquí se recuperan sus combatientes heridos en la guerra civil con Fatah en el 2007. Los demás estaba en cambio en el Al Quds, a su vez bombardeado durante la segunda media semana de enero.
Dice sobre ésto Magah al Rachmah, de 25 años, habitante a pocas decenas de metros de los cuatro grandes edificios del complejo sanitario hoy seriamente dañado. «Los hombres de Hamas se habían refugiado sobre todo en el edificio que acoge las oficinas administrativas del Al Quds. Usaban las ambulancias y obligaban a sus choferes y enfermeros a sacarse los uniformes con los símbolos de los paramédicos, y de este modo poder confundirse mejor y huir de las inspecciones israelíes». Todo esto redujo muchísimo el numero de camas disponibles entre los institutos sanitarios de Gaza . También, el Shifah, el hospital más grande de la ciudad, queda bien lejos de registrar un lleno total. parece que estuvieran en cambio densamente ocupados sus subsuelos. «Hamas había escondido las células de emergencia y el cuarto de interrogatorios para prisioneros de Fatah y del frente de la izquierda laica que habían sido evacuados de la prisión bombardeada de Saraja», dijeron los militantes del Frente Democrático para la Liberación de Palestina. Fue una guerra dentro de la guerra entre Fatah y Hamas. Las organizaciones humanitarias locales, en general controladas por la OLP, hablan de «decenas de ejecuciones, casos de torturas y secuestros en las últimas semanas» perpetrados por Hamas. Uno de los casos más notables fue el de Achmad Shakhura, de 47 años, habitante de Khan Yunis y hermano de Khaled, brazo derecho de Mohammad Dahlan (ex capo de los servicios de seguridad de Yasser Arafat hoy en el exilio) que fue secuestrado por orden del jefe de la policía secreta local de Hamas, Abu Abdallah Al Kidra, luego torturado, le habrían extirpado el ojo izquierdo, y finalmente ultimado el 15 de enero.
Lorenzo Cremonesi (traducción, GMail)
Carta de Youssef M. Ibrahim a los palestinos
Youssef M. Ibrahim, un ex- corresponsal del New York Times, para Oriente Medio y Editor del Wall Street Journal de Energía durante 25 años, es un escritor independiente con sede en la ciudad de Nueva York y Dubai en los Emiratos Árabes Unidos
A mis hermanos árabes:
La guerra con Israel ha terminado - y ellos ganaron.
Ahora, finalmente dejemos el pasado y avancemos,
Con Israel en su cuarta semana de una incursión en la misma Franja de Gaza que evacuaran voluntariamente hace más de tres años. Un sentido de la realidad se está extendiendo en el mundo árabe a través de comentarios de expertos árabes, cartas al editor, y talk shows políticos en idioma árabe de las redes de televisión. Los nuevos puntos de vista son impresionantes tanto en su madurez como en su realismo. La mejor manera de transmitirlos es en forma de una carta a "los árabes palestinos de sus amigos Árabes"
Queridos palestinos hermanos árabes: La guerra con Israel ha finalizado. Ustedes han perdido. Entréguense y negocien para garantizar un futuro para sus hijos. Nosotros, sus hermanos árabes, podemos declamar hasta tener la cara azul que estamos con ustedes… pero el sabio entre ustedes y la mayoría de nosotros sabemos que las cosas han cambiado, nosotros avanzamos ya lejos de las viejas y cansadas ideas de la causa "árabe palestina" y la "lucha eterna" con Israel.
Queridos amigos, ustedes y sus dirigentes han perdido tres generaciones tratando de luchar por Palestina, pero la verdad es que la Palestina que ustedes podrían haber tenido en 1948 era mucho mayor que la que podrían haber tenido en 1967, que a su vez era mucho más grande de la que pueden tener ahora o en otros 10 años.
Continuar la lucha significa menos tierra, más miseria y absoluta soledad. Ahora, hermanos, ustedes tendrían suerte de garantizar la presencia de un estado palestino en la Franja de Gaza en que todos ustedes se han abarrotado, y una pequeña parte de la Ribera Occidental del Río Jordán. No va a ser mejor. El tiempo apremia incluso para esta cantidad de tierra, así que aquí están algunos hechos, figuras, y asesoramiento, amigos.
Ustedes guardan consignas, que se utilizan por televisión, muestran casas que no existen o están habitadas por israelíes que no tienen intención de dejar Jaffa, Haifa, Tel Aviv o Jerusalén occidental. Ustedes disparan viejas pistolas contra modernos tanques israelíes y americanos y modernos cazas de combate haciendo prácticamente ningún daño a Israel, mientras que la ira de su poderoso ejército los abate a ustedes. Ustedes producen un fuego ridículamente inepto de cohetes Kassam que causan poca destrucción mientras siguen engañándose pensando que esta es una guerra de liberación.
Su gobierno, sus instituciones sociales, sus escuelas y su economía están todos en ruinas. Sus jóvenes están creciendo analfabetos, imbuidos de ritos de muerte y suicidio, mientras que, en realidad, viven de la bondad de extranjeros, incluyendo América y las Naciones Unidas. Cada día sus funcionarios deben mendigar su pan, ya que dependen del socorro de camiones que transportan alimentos y medicinas a la Franja de Gaza y Cisjordania, mientras que el musulmán fundamentalista Hamas, su gobierno, continúa avivando las llamas de una guerra que no puede luchar ni tiene esperanza de ganar.
En otras palabras, hermanos, ustedes han caído y están solos en un paisaje quemado que se va reduciendo día a día. ¿Qué tipo de lucha es esta? ¿Merece la pena? Más importante, ¿qué clase de miserable futuro aguarda a vuestros hijos que son la cuarta o quinta generación de un mundo árabe que ya no existe? Nosotros, sus hermanos árabes, hemos cambiado, nos estamos moviendo hacia el futuro.
Aquellos de nuestros países que tienen el dinero del petróleo están ocupados acumulando riqueza y bienestar, construyendo viviendas, hospitales, universidades de primera línea, escuelas y nuevas carreteras y caminos. Aquellos países que comparten fronteras con Israel, como Egipto y Jordania, han firmado tratados de paz con ella y no irán a la guerra por ustedes…en ningún tiempo cercano. Aquellos que están lejos, en lugares como el Norte de África e Irak, francamente no tienen gran interés en vuestros problemas
Sólo Siria sigue alimentando vuestras fantasías de que algún día se unirán a ustedes en la liberación de Palestina, y eso no sucederá tan pronto a pesar de que una gran parte de su territorio, todo el Golán, fue tomada por Israel en 1967 y anexada. Los sirios, mis amigos, únicamente incitarán a la lucha… hasta el último palestino.
Antes de quedar atrapados por Hamas, ustedes han sufrido el engaño de otro de vuestros líderes, Yasser Arafat, quien les vendió un proyecto corrupto hasta la médula - más dolor, mas corrupción y millones robados por sus familiares, mientras que vuestros hijos jugaban en las alcantarillas de Gaza.
La guerra ha terminado. ¿Por qué no dejar que comience un nuevo futuro?
Youssef M. Ibrahim
PORISRAEL.ORG y DORI LUSTRON
Ojalá fuera posible un cambio en la mentalidad palestina y árabe en general. Mucho me temo que la posición de Youssef Ibrahim es minoritaria y no es "políticamente correcta" en el mundo musulmán. Al fin y al cabo las dictaduras siempre viven mejor cuando tienen un enemigo externo contra el que agitar a sus masas, generalmente empobrecidas, analfabetas y en este caso fanatizadas por la religión. Sólo una pregunta ¿cuantos países árabes y musulmanes son democracias?
2 comentarios:
Buen post. Qué gran sitio, porisrael.org : )
Saludos
Los musulmanes tienen un Hadiz que dice: "La tinta de los científicos vale tanto como la sangre de los mártires". Ya va siendo hora de que los palestinos den valor a la primera parte de la proposición.
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