A través de una amiga me ha llegado un email con la siguiente carta:
¡Hola amigo-a!
Confío en que te encuentres bien. Hoy te escribo por el siguiente motivo:
Hace unas semanas estuve en el Sahara desarrollando la labor encomendada, como representante de Ahimsa. Durante mi estancia he tenido la ocasión de ver a Maimuna Bachir (Mai), quien fue llevada hasta el campamento de Auserd engañada y maltratada duramente por su familia, viéndose obligada a permanecer en los campos de refugiados contra su voluntad y, lo que es igual de grave, devuelta a la jaima tras haber sido detenida por la policía saharaui, al intentar huir.
Mai ha sido educada por su familia en España desde que tenía 11 años. En la actualidad tiene 21 y hace 2 que dejó el domicilio familiar porque el padre no aceptó el novio que eligió y por ello la maltrataba. En nuestro país tenía trabajo, amigos y el proyecto de formar un hogar. Ahora está condenada a permanecer vigilada por su familia en el campamento de Auserd, tal vez aguardando un casamiento forzoso, y recibiendo malos tratos cada vez que pretende recobrar su libertad.
El grupo de mujeres que intentamos hablar con ella, a solas, vimos frustradas nuestras intenciones pues la familia no accedió a esta petición expresada un par de veces durante la conversación, tan sólo pudimos intercambiar con ella algunas palabras ya que fueron su madre y uno de sus hermanos quienes opinaron libremente sobre esta historia.
Los saharauis tienen sus representantes: EL FRENTE POLISARIO. Hasta la presente, lamentablemente, están mirando hacia otro lado sin querer implicarse en la situación. Ellos deben velar porque sean respetados los derechos humanos de los hombres y mujeres que viven en los territorios que ellos gobiernan, personas que se ven obligadas a vivir como refugiados. El problema de Mai no es una cuestión familiar sino la privación de libertad de una mujer sometida por creencias culturales en las cuales no ha sido educada.
¡Hola amigo-a!
Confío en que te encuentres bien. Hoy te escribo por el siguiente motivo:
Hace unas semanas estuve en el Sahara desarrollando la labor encomendada, como representante de Ahimsa. Durante mi estancia he tenido la ocasión de ver a Maimuna Bachir (Mai), quien fue llevada hasta el campamento de Auserd engañada y maltratada duramente por su familia, viéndose obligada a permanecer en los campos de refugiados contra su voluntad y, lo que es igual de grave, devuelta a la jaima tras haber sido detenida por la policía saharaui, al intentar huir.
Mai ha sido educada por su familia en España desde que tenía 11 años. En la actualidad tiene 21 y hace 2 que dejó el domicilio familiar porque el padre no aceptó el novio que eligió y por ello la maltrataba. En nuestro país tenía trabajo, amigos y el proyecto de formar un hogar. Ahora está condenada a permanecer vigilada por su familia en el campamento de Auserd, tal vez aguardando un casamiento forzoso, y recibiendo malos tratos cada vez que pretende recobrar su libertad.
El grupo de mujeres que intentamos hablar con ella, a solas, vimos frustradas nuestras intenciones pues la familia no accedió a esta petición expresada un par de veces durante la conversación, tan sólo pudimos intercambiar con ella algunas palabras ya que fueron su madre y uno de sus hermanos quienes opinaron libremente sobre esta historia.
Los saharauis tienen sus representantes: EL FRENTE POLISARIO. Hasta la presente, lamentablemente, están mirando hacia otro lado sin querer implicarse en la situación. Ellos deben velar porque sean respetados los derechos humanos de los hombres y mujeres que viven en los territorios que ellos gobiernan, personas que se ven obligadas a vivir como refugiados. El problema de Mai no es una cuestión familiar sino la privación de libertad de una mujer sometida por creencias culturales en las cuales no ha sido educada.
Del caso de Mai se ha hablado en prensa (el país entre otros periódicos) y en televisión (canal sur), pero si no lo conoces puedes encontrar más información en el blog:
Estoy convencida de que el polisario intervendrá favorablemente si muchas personas le enviamos correos en los que expresemos nuestro deseo de que esta situación se solucione pronto y no se repita más.
Por eso te animo a enviar la carta adjunta a la siguiente dirección: delegacionsaharaespana@yahoo.es
Por eso te animo a enviar la carta adjunta a la siguiente dirección: delegacionsaharaespana@yahoo.es
Un abrazo
Kety
Kety
Un caso más de tantos en los que una persona ha sido alcanzada por el islam. Son muchas las mujeres de origen musulmán que vivían aquí en libertad, integradas en nuestra sociedad, disfrutando de una vida plena, con todos los problemas que queramos pero plena. Pero desde hace unos años el maldito islam las ha alcanzado con el beneplácito de los progres y las feministas de aquí. Les ha robado su libertad, su vida, ante el aplauso de los fieles de la santa alianza de civilizaciones. En este caso Mai ha sido secuestrada por su familia y llevada al desierto para ser tratada como una bestia destinada a parir y trabajar hasta reventar.
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