Escándalo con orquesta juvenil palestina
Indignación en Jenin por el concierto que la orquesta juvenil “Cuerdas de libertad” brindó hace cuatro días ante un auditorio conformado por sobrevivientes del Holocausto. La orquesta fue disuelta y la directora fue expulsada del campamento de refugiados. El Holocausto, a criterio de las autoridades del campo “es un tema político”.
Las autoridades del campo de refugiados de Jenin decidieron disolver la orquesta juvenil “Cuerdas de libertad”, la cual se presentó hace cuatro días ante un público conformado por sobrevivientes del Holocausto en Holon. El motivo, según parece, radica en que el genocidio del pueblo judío, a criterio del liderazgo del campo de Jenin, “es un tema político”, y por ende los 13 músicos infantiles no deberían haberse presentado, publica el diario Maariv en su edición digital.
La actividad tuvo lugar en el marco del “Día de buenas acciones” celebrado por la organización “Buen espíritu” de la empresaria Shari Arison. Se trató de un encuentro infrecuente, durante el cual jóvenes que habitualmente reciben una educación que incluye la negación del Holocausto tuvieron oportunidad de escuchar de primera fuente acerca de las heridas más profundas padecidas por el pueblo judío en toda su historia.
“La directora de la orquesta, Wafa Younis, no debió introducir a los niños en un tema político”, declaró Adnan Al-Hindi, un alto directivo del campo de Jenin. “De momento, hemos prohibido a Younis ingresar al campamento de refugiados de Jenin. Aquí es persona no grata”, añadió.
“Cuerdas de libertad” es una humilde orquesta integrada por 13 músicos, con edades comprendidas entre los 13 y los 18 años, formada en el campamento de refugiados de Jenin y que pretende mostrar al mundo un Jenin diferente, deseoso de paz. La mayoría de los sobrevivientes del Holocausto que asistieron al evento no tenían idea de que escucharían un concierto de jóvenes músicos refugiados de Jenin. Lo mismo sucedía con los músicos respecto de los sobrevivientes.
Cuando el conductor anunció un instante antes del inicio del concierto que se trataba de niños de Jenin, y no de árabes israelíes como creía hasta ese momento la mayoría, muchos quedaron sorprendidos. “Los chicos vinieron a tocar y a cantar por la paz”, afirmó el presentador, y el público respondió con estruendosos aplausos.
“Siento simpatía por ellos”, sostuvo Ali Zaid, un tecladista de 18 años, tras escuchar de boca de un sobreviviente acerca de los horrores nazis. “Sólo las personas que conocieron un sufrimiento así pueden entender a otros y mostrar sensibilidad hacia ellos.”
Sara Glickman, una sobreviviente de 68 años, manifestó que comprende lo que sienten los niños, educados desde la más tierna edad en la creencia de que los judíos son extraños que se apoderaron de su tierra.
“Muchos de ellos entienden ahora que después de la Shoá (Holocausto) el pueblo judío debe tener un Estado”. “Debemos compartir la tierra”, concluyó la mujer.
Las autoridades del campo de refugiados de Jenin decidieron disolver la orquesta juvenil “Cuerdas de libertad”, la cual se presentó hace cuatro días ante un público conformado por sobrevivientes del Holocausto en Holon. El motivo, según parece, radica en que el genocidio del pueblo judío, a criterio del liderazgo del campo de Jenin, “es un tema político”, y por ende los 13 músicos infantiles no deberían haberse presentado, publica el diario Maariv en su edición digital.
La actividad tuvo lugar en el marco del “Día de buenas acciones” celebrado por la organización “Buen espíritu” de la empresaria Shari Arison. Se trató de un encuentro infrecuente, durante el cual jóvenes que habitualmente reciben una educación que incluye la negación del Holocausto tuvieron oportunidad de escuchar de primera fuente acerca de las heridas más profundas padecidas por el pueblo judío en toda su historia.
“La directora de la orquesta, Wafa Younis, no debió introducir a los niños en un tema político”, declaró Adnan Al-Hindi, un alto directivo del campo de Jenin. “De momento, hemos prohibido a Younis ingresar al campamento de refugiados de Jenin. Aquí es persona no grata”, añadió.
“Cuerdas de libertad” es una humilde orquesta integrada por 13 músicos, con edades comprendidas entre los 13 y los 18 años, formada en el campamento de refugiados de Jenin y que pretende mostrar al mundo un Jenin diferente, deseoso de paz. La mayoría de los sobrevivientes del Holocausto que asistieron al evento no tenían idea de que escucharían un concierto de jóvenes músicos refugiados de Jenin. Lo mismo sucedía con los músicos respecto de los sobrevivientes.
Cuando el conductor anunció un instante antes del inicio del concierto que se trataba de niños de Jenin, y no de árabes israelíes como creía hasta ese momento la mayoría, muchos quedaron sorprendidos. “Los chicos vinieron a tocar y a cantar por la paz”, afirmó el presentador, y el público respondió con estruendosos aplausos.
“Siento simpatía por ellos”, sostuvo Ali Zaid, un tecladista de 18 años, tras escuchar de boca de un sobreviviente acerca de los horrores nazis. “Sólo las personas que conocieron un sufrimiento así pueden entender a otros y mostrar sensibilidad hacia ellos.”
Sara Glickman, una sobreviviente de 68 años, manifestó que comprende lo que sienten los niños, educados desde la más tierna edad en la creencia de que los judíos son extraños que se apoderaron de su tierra.
“Muchos de ellos entienden ahora que después de la Shoá (Holocausto) el pueblo judío debe tener un Estado”. “Debemos compartir la tierra”, concluyó la mujer.
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