lunes, 2 de marzo de 2009

justicia y Justicia

Dos aspectos diferentes de la justicia en la España de Torrente. En primer lugar este artículo comentando las decisiones lacrimógenas de los jurados en España:

Jurado Popular
Por Manuel Molares do Val (http://blogs.periodistadigital.com/)

Si tomamos a nueve españoles comunes, siete mujeres y dos hombres, y los ponemos a juzgar crímenes veremos que sus sentencias mostrarán el espíritu débil y de moralina que domina el país, mezcla de buenismo y sensiblería; y también homofobia si las víctimas son homosexuales, porque, suele apostillarse, “estaban buscándolo”.

Es lo que acaba de hacer un jurado popular con esa composición al absolver a un hombre que mató de 57 cuchilladas a dos homosexuales. Afirma que querían violarlo.
Los crímenes ocurrieron en Vigo: un treintañero, Jacobo Piñeiro, se enharinó de cocaína y se fue a un bar de madrugada, donde hizo amistad con un camarero homosexual que lo invitó a su casa, en la que vivía con otro homosexual.
Con más alcohol y más cocaína acuchilló a uno 35 veces y al otro 22; luego, robó todo lo valioso que encontró e incendió la vivienda para borrar huellas.
El criminal se mostró muy arrepentido ante el jurado popular. Tanto, que tres de sus miembros lloraron. Y lo absolvieron por siete votos a dos.
La mayoría del jurado sacó de su interior esa España bondadosa y cruel al pensar: “Pobrecillo, si podía ser mi hijo, si no podía hacer otra cosa que matarlos; los gays tuvieron lo que merecían, que fueran machos y no mariquitas”.
Dos asesinatos sádicos, y el tipo absuelto gracias a que la Ley del Jurado permite dictar sentencia según la sensiblería social del momento y las emociones de sus componentes.
Parte de la justicia está en manos quienes no razonan, sino que sienten. Resultan un peligro público porque su piedad de hoy puede ser furor incontrolado mañana.
Ha habido numerosos casos similares, como absolución de etarras por miedo o simpatía, pero al jurado popular español sigue llamándosele “progresista”.
Por otro lado tenemos esta conferencia del juez de menores de Granada, un tipo que habla claro y sin pamplinas. No estoy de acuerdo con él en todo pero sí en muchas cosas de las que plantea y, sobre todo, en la forma en la que toma el toro por los cuernos. Aunque los vídeos son largos, vale la pena verlos completos:




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