Dori Lustron publica en Porisrael.org estos dos artículos que pueden servirnos como punto ¿y final? lo dudo. Más bien será un punto y seguido. Porque, una vez enterrados UDI Y ELDAD, una vez honrados y llorados, llega el momento de actuar. Llega el momento de comprender que no hay paz posible con esa gentuza, salvo la paz impuesta por el vencedor indiscutible. Y da lo mismo que hablemos de hezbolla, de hamas o de Abu Mazen (él y los suyos también se apuntaron al carro de la muerte, ahora y siempre).
Llega el momento de la venganza y el escarmiento. No entienden otro lenguaje.
El festejo de las hienas
Dr. Eduardo Kohn
Las imágenes nos quemaron la vista, y nos hicieron pensar, una vez más, en las diferencias entre los que idolatran la muerte y los que creemos en la vida como valor supremo.
Las imágenes no mostraron sangre ni actos de violencia, pero las pantallas de televisión igual lucían como si estuvieran bañadas en sangre y los primeros planos eran de los rostros del desprecio y el odio.
Las imágenes del miércoles 16 de julio desde Líbano, mostraron cómo todo el gobierno de ese país esperó en la escalerilla de un avión junto a una alfombra roja a un despreciable asesino a quienes ellos denominaron "héroe nacional", un ¿hombre? cuyo nombre no nos interesa registrar, que para ser "héroe" entre sus pares mató a un padre delante de su hija de 4 años, y luego mató a la niña y, por si tenía dudas, le aplastó el cráneo con la culata de su fusil hasta que la cabeza de la niña quedó desperdigada y deshecha.
El miércoles 16 de julio fue feriado en Líbano para recibir a este criminal. Fiesta en las calles, bailes y banderas al viento. Asesinar a alguien indefenso siempre es de cobardes despreciables, pero en determinados lugares de nuestro planeta, eso es de "héroes". En la selva, ni las hienas compartirían esa opinión.
¿Por qué está libre alguien así?. Porque mal que les pese a muchas autoridades gubernamentales de varios lugares, a intelectuales, a formadores de opinión, Israel es una democracia fundada en valores. Y los soldados israelíes deben estar en su tierra. Si no están vivos, sus cadáveres no deben ser objeto del festín de las hienas.
Claro que la decisión de Israel de canjear los cadáveres de dos soldados israelíes, secuestrados por Hizbollah en territorio israelí, por decenas de cuerpos de terroristas y por el asesino, ahora "héroe" en el Líbano, ha sido una decisión muy compleja y que ha contrariado a muchos ciudadanos israelíes.
Y en semejante contexto, no debe ser complejo comprender tanto la duda como el sufrimiento. Pero los dos soldados israelíes debían volver a su tierra y a sus seres queridos, y sus restos no debían seguir entre el escarnio y las mentiras de los inmorales que los asesinaron.
El prestigioso periodista de Ha´aretz Shmuel Rosner define claramente el concepto que ha movido y mueve a Israel a hacer un canje de este calibre:
"Israel es una sociedad donde todos se conocen, en la cual el destino de cada soldado preocupa a cada ciudadano. Es una sociedad que le exige el servicio militar a cada joven, hombre o mujer, una sociedad en la cual el Estado de guerra es lo habitual hace 60 años, y en la cual la solidaridad nacional es siempre una cuestión existencial. Para una sociedad así, mirar a los ojos de un padre o una esposa de un soldado secuestrado y decirles que el precio a pagar por traer de regreso a su hijo o esposo aún cuando esté muerto, es algo que ninguna autoridad puede hacer ni va a hacer."
En consecuencia, Hizbollah, sus amos en Irán, sus cómplices en Líbano y en varias zonas del mundo, seguirán celebrando la muerte, el asesinato, y todas las sevicias posibles que el hombre es capaz de cometer contra su prójimo. Y continuarán calificando sus festejos de "victoria contra el imperialismo" y otras frases hechas que tanto gustan a quienes creen en el terrorismo y lo definen como "lucha social".
Mientras tanto, otros en Medio Oriente seguirán soñando con paz entre pueblos y entre gobiernos. Un sueño que ya se ha hecho trizas más veces de lo que se pueda contar. Y que el miércoles 16 de julio tuvo un nuevo y brutal tropezón, esta vez de la mano del Presidente de la Autoridad Palestina Abu Mazen. Era una oportunidad para callarse y pasar desapercibido, o para dar un mensaje que realmente estimulara los sueños. En lugar de ello, saludó la "liberación" de un asesino despreciable, "héroe" en Líbano.
No sólo perdió una oportunidad, sino que volvió a demostrar quién es quién. Al fin y al cabo, detrás de las fotos en colores desde bonitos palacios, está la realidad. Y por si a alguien se le había olvidado por algún momento de humano optimismo, Abu Mazen, a la larga, hizo bien en hacer retornar a todos al mundo de verdad.
Dr. Eduardo Kohn (Vicepresidente Ejecutivo B'nai B'rith Latinoamérica)
Mientras los hombres lloran, las larvas festejan
Israel Winicki
Una de las imágenes más comunes en todas las fotos del Holocausto es la sonrisa en los labios de los asesinos nazis. Siempre es la misma, fría, desprovista de humor, con una alta carga de cinismo ante el espectáculo de miseria y muerte que se desarrolla frente a ellos, ya sea una fosa común llena de cadáveres, una fila de víctimas camino a las cámaras de gas, la humillación de un anciano judío o un niño con los brazos en alto. Siempre esa misma expresión, esa misma sonrisa que expresa todo el desprecio hacia la humanidad que esas verdaderas larvas sentían.
Creí que esas imágenes pertenecían al pasado, a algún archivo de los muchos que hay de material de la Shoa. Pero estaba equivocado.
Ayer Israel recibió los cadáveres de Ehud Goldwasser Z´´L y Eldad Regev Z´´L. Atrás quedaron dos años de juego macabro por parte de Nasrallah y sus secuaces: que están vivos, que están muertos, que uno murió y el otro vive, que están heridos. Por fin se supo la verdad, los dos murieron el mismo día de su secuestro.
Israel pagó un alto precio por los cadáveres: cinco terroristas vivos, entre los que se cuenta Samir Kuntar, la bestia sanguinaria de Nahariya.
Todo el país se sintió acongojado, todos lloramos, apretamos los puños y sentimos un nudo en la garganta.
Hoy fueron sepultados. Miles de israelíes asistieron a los funerales y millones lo vieron por TV con una sensación de impotencia y bronca. Dos nombres más para la larga lista de los que son recordados en Iom Hazikaron.
Y mientras los hombres, los verdaderos seres humanos, lloraban, ahí, en Beirut reaparecía la vieja y cínica sonrisa de los nazis. Ante la imagen del dolor, del sufrimiento, las larvas sonreían, reían y festejaban.
Sólo queda un consuelo. A esos nazis que en los campos y guettos reían, finalmente les llegó la mano justiciera y pagaron por sus crímenes.
¡RIAN LARVAS DE BEIRUT! ¡BURLENSE DE NUESTRO DOLOR! ¡PERO NO SE OLVIDEN QUE A USTEDES TAMBIEN LOS ESPERA UNA SOGA! ¡NO SE OLVIDEN QUE YA HAY BALAS CON LOS NOMBRES DE NASRALLAH Y KUNTAR ESCRITOS EN ELLAS!
Israel Winicki (isi_winicki@hotmail.com)
UDI Y ELDAD
El dolor en abanico,
cruel, lacerante, profundo,
se extiende por todo el mundo
por los dos valientes chicos
y su familia, hecha añicos,
por el dolor pertinaz,
piden para ellos la paz
y sus cuerpos ya sin vida
hacen más honda la herida
que cada día duele más.
Estoy muy lejos de aquello,
aunque es chico el universo,
y acaso mis pobres versos
sean sólo un fugaz destello.
En mi responso por ellos,
por ambos, Udi y Eldad,
pesa la cara heredad
que nos legaran los dos,
en tanto le pido a Dios
para sus almas, piedad.
Desde Buenos Aires, Argentina mario rojman
2 comentarios:
He traducido, más o menos, al italiano la historia del atentado que cometió ese asesino Kuntar y lo he explicado en mi blog.
No sé que hacer para contribuir a que la gente se de cuenta de cómo están las cosas.
¿Cómo puedo saber qué hacer, si ni siquiera entiendo por qué atacan sistemáticamente a Israel todos los medios de comunicación? ¿cómo se puede defender a un montón de asesinos y quedarse tan ancho?
De verdad... Ojalá hubiera una forma de que la verdad llegase a todo el mundo y se acabaran tonterías como la propuesta de "alianza de civilizaciones" del inefable ZP! Que se alíe con esos asesinos su padre!
lo único que podemos hacer es lo que hacemos: plantar cara a las pamplinas y seguir defendiendo nuestras ideas. hay mucha gente normal en la que podemos influir, poco a poco.
un abrazo
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