lunes, 14 de julio de 2008

El antisemitismo de la prensa española


Los judíos españoles denuncian el antisemitismo de los medios españoles.
(http://blogs.periodistadigital.com/tizas)
El presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Jacobo Israel Garzón, ha denunciado que los medios de comunicación españoles son el "mayor exponente de antisemitismo" y ha afirmado que tienen una "visión demasiado estereotipada" de los judíos.

Durante su intervención en el curso de verano 'Sesenta aniversario del estado de Israel' en Aranjuez, Garzón ha criticado la postura de los medios españoles en el conflicto de Oriente Medio, a los que pidió que tomen "la postura de la ecuanimidad y de la información y no de la toma de posición contra nadie en éste y en otros conflictos".

Garzón ha explicado que en España ha existido "antisemitismo durante mucho tiempo y esta situación ha generado en el subconsciente de la población algo muy difícil de extirpar del todo".

A su entender, el antisemitismo de los medios, a través de determinados dibujos e iconografías, "se nota sobre todo en los momentos más complejos" del conflicto entre Israel y Palestina.

Garzón ha señalado que el crecimiento en España de esta población en los últimos años se debe a la "gran inmigración" de judíos latinoamericanos. Además, ha añadido que se trata de una comunidad sin "rasgos visibles", lo que dificulta su integración en la población.

No obstante, ha recordado que la comunidad judía no es un "núcleo cerrado" y admite a personas de cualquier religión en sus actos culturales. "En las comunidades también cubrimos aspectos sociales como la educación y estamos haciendo un esfuerzo importante por conectar con toda la sociedad", ha concluido.

UN LARGO Y DOLOROSO RECUENTO

Los medios de comunicación españoles y eso incluye prensa, radio y televisión, son visceralmente antisemitas. O antijudíos, para ser más exactos. Y esa irracional fiebre que parece engullir a muchos periodistas, afecta también a profesores universitarios, políticos, supuestos expertos y hasta actores.

Un bochornoso ejemplo -como subraya en Moderna Sefarad el bloguero Antonio José Chinchetru- nos lo sirvió hace ya tiempo Telecinco, en la serie “El Comisario”.

El capítulo “… Y llámame tonta” fue un ejemplo de manual de incitación a la judeofobia. Una de las subtramas de dicha entrega de la citada serie trataba del asesinato de un destacado miembro de la comunidad judía, para que al final se descubriera que el culpable era un rabino que había certificado para conseguir dinero destinado a obtener poner como kasher productos que contenían manteca de cerdo. Descubierto, el “villano” asesina a su amigo para que no le denuncie y al confesar dice que lo hizo por “la causa de Israel”.

Estereotipo tras estereotipo, lo mostrado por Telecinco en “El Comisario” alcanza unas cuotas de antisemitismo hasta ahora nunca vistas en un país democrático. Recordaba demasiado a series como las emitidas por la cadena de Hizbollá, Al Manar, basadas en Los Protocolos de los Sabios de Sion.

Hay en los medios españoles una falta clamoroso de objetividad, al abordar el conflicto entre palestinos e israelíes.

Imagine que cada mañana, cuando sus hijos se encaraman al autobús escolar, tuviera que ir contando minutos y lo que sentiría si sonase el teléfono, porque en su memoria están grabadas a fuego el centenar de ocasiones en que un terrorista suicida se ha hecho saltar en pedazos en medio de los chicos que acudían a clase.

O si tuviera que ir al mercado, mirando con recelo de cualquier extraño. Y en la categoría de «extraño» cabe todo, porque en la lista de asesinos suicidas hay niños, viejos y hasta mujeres embarazadas.

Si los israelíes levantan un muro para evitar que crucen a sus ciudades sujetos con cinturones explosivos, se les denigra. Si sus comandos penetran en Cisjordania y detienen a 23 miembros del Yihad Islámico, como ayer, se publica que reprimen sin piedad.

Si eliminan a un jefecillo siniestro, atizando un misilazo a su coche, se les condena.

No es un caso raro o aislado en los medios de comunicación españoles. Diarios nacionales como El País, El Mundo, ABC, El Periódico o 20 Minutos, que ponen un cuidado exquisito en no rozar nada relacionado con el Islam y condenan a los viñetistas daneses que dibujaron a Mahoma, tienen en sus páginas muestras de antisemitismo gráfico casi cada semana.

Como el sociólogo Alejandro Baer contó el pasado mes a Periodista Digital:

"El tratamiento de la prensa española al conflicto israelí-palestino ha alcanzado unas cotas de violencia sin precedentes en los últimos años".

Baer ha centrado su investigación en las viñetas publicadas en la prensa española y apunta que:

"La percepción que los viñetistas españoles tienen del conflicto político entre israelíes y palestinos está mediatizada por un acervo judeófobo, y no han tenido en cuenta los sentimientos de la minoría judía a la que han alcanzado sus representaciones".

En un artículo publicado por el sociólogo se aprecia una queja a la diferencia de trato recibida por la comunidad judía en la prensa española:

"En los últimos años en las viñetas y caricaturas de la prensa española se ha pasado de difamar a los judíos sin pensar en la ofensa que este humor gráfico pueda provocar a las minorías religiosas, a tener un cuidado que roza la hipersensibilidad intercultural la sumisión a un dogma. Y no solo no se han tenido en cuenta los sentimientos de la minoría judía sino que se ha rozado el delito de la incitación al odio y la difamación con información injuriosa".

Antisemitismo en el periodismo

Pilar Rahola, ex periodista y ex diputada por ERC, ha hablado y escrito a menudo sobre la judeofobia europea. En muchas ocasiones ha denunciado a la prensa europea:

Desde el comienzo de la segunda intifada, la prensa española, tanto desde la derecha como desde la izquierda, ha tenido un acercamiento particularmente agresivo hacia Israel, un acercamiento que excluye los motivos de las acciones israelíes y tiende a ignorar a las víctimas israelíes del conflicto.

Rahola afirma que todo viene de un sentimiento anti-judío antiguo presente en la historia de España:

Suavizado ligeramente después de la era de Franco pero resurgido hoy con virulencia, este sentimiento salvaje produce expresiones antisemíticas genuinas en la prensa española.

El Director de Comunicación de la Federación de Comunidades Judías de España, Antonio José Chinchetru, coincide con esa tesis:

"En las viñetas se representa el antisemitismo de una manera más clara y más salvaje que en los textos porque en, en general, el viñetista se atreve con aquello que el periodista no se atreve".

La última viñeta de la polémica corresponde al día de Viernes Santo y fue creada por Mingote, viñetista de ABC.
En la viñeta se representa una imagen de la pasión de Cristo en la que se ve a éste pasando junto a un soldado romano y debajo puede leerse "Pues cuando se invente el Islam os vais a enterar, judíos". Esta viñeta ha provocado la indignación del Director de Comunicación de la Federación de Comunidades Judías de España que opina que:

"La viñeta representa un viejo mito antijudío en el que los judíos aparecen como asesinos de Dios, cuando ya la Iglesia Católica lo rechazó hace 40 años, y al musulmán como terrorista".

Según Chinchetru:

"En España los medios tienen un cariz judeófobo difícil de imaginar en otros países europeos. Un ejemplo de ello es la supuesta matanza de Yenin de la que hablaron los medios españoles. Allí murieron 50 palestinos y 50 israelíes y en España se hablo de matanza y genocidio israelí, a pesar de que la ONU lo desmintió exculpando a Israel. Los medios españoles no recogieron el desmentido de la ONU. Y como este caso hay muchos otros".

Los editoriales de los periódicos muchas veces dan, según el director de comunicación de la Federación, la vuelta a la realidad. Aunque hay medios y periodistas que siempre han tratado de una manera muy correcta el conflicto israelí palestino, como Alfonso Rojo, en Periodista Digital, o algunos articulistas de Libertad Digital. Entre los periodistas que "dan la vuelta" a la noticia:

"Está Cristina del Valle. En su columna en 20 minutos habló por ejemplo hace unos meses de miles de muertos en yenin cuando la ONU lo negó. En otra ocasión escribió sobre el secuestro de un niño palestino para robarle los ojos y ponérselos a un niño israelí. Fue una información recogida por medios radicales, pero que a pesar de que la Autoridad Palestina lo desmintió, la periodista no recogió esa información. En Europa otro periodista no se hubiera atrevido".

Chinchetru comenta que el antisemitismo es un habitual en los medios impresos españoles, y aunque hay medios como El Periódico de Cataluña que publican las viñetas más salvajes, otros medios como La Razón están siendo más neutros y más serios aunque sus viñetas sigan siendo terribles:

"Las viñetas van un poco por libre, y aunque el texto no demuestre un antisemitismo brutal, la gente cuando lee la prensa escrita muchas veces se queda sobre todo con el titular y con la imagen de la viñeta".

Algunos de los ejemplos de las ilustraciones en los periódicos españoles muestran que en los últimos años, las viñetas han promovido el antisemitismo:

"Bajo el manto de la condena a Israel, y con total independencia de su eventual pertinencia (es decir, la posible ilegitimidad o inmoralidad de las acciones puntuales que la motivaban), anidaba el fértil imaginario del antijudaísmo. Un niño palestino crucificado a una estrella de David (Ferreres, «El Periódico», 6 de octubre de 2000); un perro rabioso con la estrella de David, salivando y restañando los dientes (Gallego y Rey, «El Mundo», 5 de abril de 2002); Sharón representado como un cerdo con Kipá (solideo que no usa el ex primer ministro, sino los judíos religiosos) esvástica y enorme nariz aguileña (Ballesta, «Cambio 16», 4 de junio de 2001); referencias constantes al «Holocausto» palestino (Ventura, La Vanguardia, 25 de mayo de 2001, entre muchos otros). También burlas sobre el genocidio nazi, similares a las que en estos días publica un diario iraní. «Ya no le dejan a uno tiempo ni para reflexionar sobre el Holocausto» le dice un soldado israelí a otro mientras ambos apalean a un indefenso palestino postrado en el suelo (Caín, «La Razón» 13 de junio de 2001)".

Chinchetru afirma que el enfoque que dan los medios al conflicto palestino-israelí está muy vinculado a su evolución:

"La mal llamada Segunda Intifada fue escandalosa y el tratamiento en el momento de la desconexión de Gaza fue positivo".

Antisemitismo más visible en la izquierda

Tanto el medios que tienden más hacia la derecha como en los que lo hacen hacia la izquierda:

"El antisemitismo es brutal en ambos lados. Es más visible en la izquierda aunque no exclusivo de la izquierda. La derecha tiene un corte más clásico, alude al origen religioso... y la izquierda se centra en el antiamericanismo, el anticapitalismo y la antiglobalización. Utilizan los mismos argumentos morales del 11-S para justificar la matanza de israelíes".

Antisemitismo en televisión

Este fenómeno no sólo se da en la prensa escrita. La televisión juega con las imágenes y el modo de editarlas para hacer sacar conclusiones al espectador, que muchas veces no son las que corresponden a la realidad. Según Chinchetru:

"Las televisiones son bastante más brutales por la selección de imágenes. Por ejemplo con el tratamiento del caso del niño Aldura que moría en manos de sus padres. Las televisiones españolas, mediante el corte de imágenes hicieron parecer que al niño lo habían matado los israelíes. Y la realidad es que, aunque se desconoce si el niño finalmente murió o no, una investigación independiente alemana demostró que el disparo venía de las posiciones de la policía palestina".

LA OPINIÓN DE UN VIEJO REPORTERO

Alfonso Rojo, director de Periodista Digital, escribe el pasado enero en ABC la siguiente columna:

No es cuestión de criterio o de valoración. Buena parte de los periodistas y por extensión de los medios de comunicación españoles, son descarnadamente antijudíos.

Nadie con una pizca de sensibilidad y dos dedos de frente puede permanecer impertérrito ante la imagen de una decena de niños palestinos alumbrándose con velas o frente a la noticia de que escasean en la Franja de Gaza medicinas esenciales. Tampoco ante el espectáculo de decenas de miles de personas saltando la frontera con Egipto, para abrazar parientes, aprovisionarse de alimentos o respirar con más libertad unas horas.

Pero no alteremos la realidad. Titular que la gente cruza empujada por el hambre, provocada por Israel, como han hecho algunos, es mentir. En las filmaciones distribuidas por las grandes cadenas de televisión, que se han lanzado como tiburones sobre el acontecimiento, no se ven paisanos acarreando sacos de pan o paquetes de comida y sí bastantes con electrodomésticos y antenas parabólicas.

Las tropas israelíes abandonaron Gaza en octubre de 2005 y desde entonces, los milicianos de Hamás no han cesado de disparar contra territorio israelí. A un promedio de 20 ataques diarios.

Los mismos tertulianos que exigen indignados que la Comunidad Internacional castigue a Israel por cortar el suministro de carburante a Gaza, podían haber reclamado una intervención contra el Gobierno de Hamás, por permitir el lanzamiento cotidiano de cohetes Kassam. Y no lo han hecho, ni lo harán.

¿No tiene derecho Israel a defenderse? ¿Podemos criticar que tome medidas contra quienes agreden a sus ciudadanos?

En la prensa española (escrita y audiovisual) es rentable atacar a Israel y a los judíos. Vende bien entre un público adoctrinado y dispuesto a ver de antemano a Israel como el malo de la película. Se da por hecho. La prueba es que da igual la tendencia política a la que esté adscrito el medio: derecha, izquierda, nacionalista, ... si acaso varía el tono entre el beatífero propio de los más carcas y el violento de los autodenominados "revolucionarios" pero en el fondo son los mismos perros con distintos collares.

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