martes, 9 de diciembre de 2008

Hay que elegir

ISLAM O CIVILIZACION

Israel Winicki (Isi_winicki@hotmail.com)

www.porisrael.org (Dori Lustron)


Al principio pensé escribir este artículo narrando la historia del Islam desde sus comienzos hasta la actualidad, pero el espacio es demasiado breve como para describir 1400 años de invasiones, de intolerancia, de desprecio hacia la vida.

Entonces pensé analizar los sucesos de Mumbay, pero tampoco era posible. ¿Cómo describir la sangre derramada de 200 personas inocentes? ¿En qué forma se puede explicar la tortura y muerte de un joven rabino y su esposa, embarazada de cinco meses, cuyo único "pecado" era dirigir un centro judío? ¿Se pueden analizar los gritos de un niño de dos años llamando a su madre?

Además sabía que todo lo que escribiera en estos días estaría teñido de furia, de deseos de venganza. Así que decidí esperar hasta que los cuerpos de las víctimas reposaran en sus tumbas y que la vida continuara su curso ¿normal?

Hace 30 años un barbado individuo asilado en Francia lideraba en Irán una revolución destinada a derrocar al Sha. El gobierno francés se frotaba las manos, mientras hacía cuentas con el petróleo que recibiría de este personaje a quien había protegido.

La revolución triunfó y los ayatollahs tomaron el poder. La embajada de los EEUU fue ocupada por los revolucionarios, quienes mantuvieron como rehenes a todo el personal diplomático durante varios meses, en violación de todas las leyes internacionales. Y el mundo guardó silencio. Los progre de izquierda gritaban a los cuatro vientos "¡Es el pueblo iraní que protesta por los años de sometimiento de Irán a la política de USA!" Y tras la revolución los progre de izquierda iraníes eran fusilados por los Guardias Revolucionarios.

En 1982 esos mismos ayatollahs dan su bendición al nacimiento de Hizbollah, grupo terrorista enquistado en el Líbano. Y ese grupo no se contentó con atacar a Israel en su suelo, sino que realizó dos atentados en la Argentina, la Embajada de Israel y la AMIA, con más de cien muertos, centenares de heridos y una herida que no cierra. Y ese grupo provocó en 2006 una guerra, al secuestrar a dos soldados dentro de Israel (los soldados murieron el día del secuestro, pero Nasrallah jugó durante dos años con las esperanzas de dos familias), en la que bombardeo indiscriminadamente el norte israelí. Y los progre de izquierda gritaron "¡Hizbollah es la resistencia del pueblo libanés!" Y la verdadera resistencia libanesa, los cristianos, se ven obligados a abandonar su patria y exiliarse.

En Afganistán había que derrocar al régimen comunista, así que los EEUU armaron a los talibanes y los entrenaron, y ayudaron a Osama bin Laden a organizar Al Qaedda. Y en el 2000 la serpiente mordió a quien la había protegido, destruyendo en un feroz atentado, las Torres Gemelas, bajo cuyos escombros quedaron sepultadas miles de vidas.

Y a partir de ahí fue la debacle. Atocha, Londres, Bali, Marruecos, Estambul, Delhi. Y Hamas tomando el poder en Gaza, masacrando opositores y bombardeando Israel. Y en Somalía, y en Nigeria, y en Belen, y en Nazaret. Asesinatos, persecuciones de cristianos, limpieza étnica. Terroristas suicidas detonándose en las calles de Bagdad, en autobuses y pizzerías de Israel.

Y se lanzaron a la conquista de Europa. España, tras Atocha, se inclina sumisa ante los musulmanes. Carteles en árabe en las rutas, ataques contra Israel en la prensa, y se cantan loas a Maruja Torres, la Bruja Maruja, una antiisraeli, idiota útil al servicio del terrorismo islámico, y Juan Miguel Muñoz, corresponsal del diario El País en Israel, miente y miente, y Moratinos sigue llorando a Arafat, y Zapatero usa la kefie palestina.

Y en Francia se apoderan lentamente de las ciudades, e imponen sus leyes en barrios enteros, y provocan alzamientos con toda su secuela de destrucción.

Y en Gran Bretaña logran que haya obispos que pidan que sea legalizada la Sharia.

Y en Holanda Navidad ya no es Navidad sino Fiesta de las Luces para no ofender a los musulmanes.

Y en Argentina los Petrossino, D´Elia, Abudara Bini, Bonafini, y toda esa caterva de mercenarios y nazis a ultranza ponen el grito en el cielo proclamando la inocencia de Irán y Hizbollah en el caso AMIA "¡Fueron el Mossad y la CIA!" Gritan a los cuatro vientos, burlándose del recuerdo de sus compatriotas asesinados y del dolor de sus familiares.

Y las mezquitas florecen como hongos después de la lluvia en todo el mundo y se convierten en escuelas de terrorismo.

Y Ahmadinedjad, un loco iluminado que se cree la reencarnación del Mahdi, desarrolla tecnología nuclear con la ayuda de Rusia (mientras Irán ayuda a los chechenos en su lucha contra este país) y proclama a los cuatro vientos su intención de destruir a Israel.

Y en todo el mundo musulmán se desatan olas de ataques contra embajadas y se queman banderas porque alguien dibujó caricaturas de Mahoma, y se sienten ofendidos. Pero ellos organizan exposiciones de caricaturas ridiculizando el Holocausto.

Y en sus países siguen cortando manos a los ladrones, y apedreando adúlteras, y ahorcando homosexuales, y considerando inferiores a las mujeres, y azotando a aquellos que cometen alguna pequeña infracción, y crímenes de honor, y fatwas condenando a muerte a escritores e intelectuales como Salman Rushdie.

Y el mundo calla

Y el mundo teme.

Y el Islam avanza como un cáncer.

Se han propuesto destruir a Occidente e imponer el Coran como única fuente de sabiduría. Así como en el año 641 destruyeron la Biblioteca de Alejandría, afirmando que "Con el Corán basta", así como en el 2000 destruyeron dos estatuas de Buda de cientos de años de antigüedad en Afganistán, sin que les importara que fueran patrimonio cultural de la humanidad y objeto de veneración para cientos de millones de seres humanos, del mismo modo van avanzando y conculcando las libertades fundamentales, apoderándose de todos y cada uno de los países del mundo. Venezuela, Bolivia, España, Francia, Gran Bretaña. Y no existen países islámicos moderados, pues el mismo nombre Islam significa sumisión. Sumisión a una doctrina en la que está establecido que quien muere matando infieles tiene ganado el paraíso.

Para ellos la cultura occidental es el demonio.

Ya se que esta cultura que poseemos no es perfecta, tiene fallas, y muy grandes, pero en un ambiente de libertad y democracia se puede perfeccionar. Además existen los logros de más de veinte siglos de lucha del hombre por elevarse desde el estado de salvajismo: La libertad de prensa, la libertad de expresión, la libertad de conciencia, la igualdad entre los sexos, la libertad religiosa, el derecho a la educación, esos son logros que el Islam quiere destruir.

Esperemos que los hechos de Mumbay despierten al mundo, que abandone su apatía, que abandone su miedo y enfrente al Islam como corresponde, con todas sus fuerzas, relegándolo nuevamente a los desiertos de Arabia y del Magreb. Así no se repetirán hechos como Atocha o AMIA y ya no habrá más niños de dos años llamando a sus madres asesinadas.

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