Artículo publicado en el diario 'El Territorio', Posadas, Provincia de Misiones, República Argentina el 4 de Mayo de 1949 por Pedro Lew (abuelo de nuestro gran amigo Andrés)
UN AÑO DE DURA PRUEBA
Cumple su primer año de vida el flamante Estado de Israel. Nacido bajo el trueno del cañón, rodeado de enemigos, supo salir airoso del anillo de fuego que lo rodeaba.
Un año de tremendos esfuerzos sobrehumanos. Poner en pie de guerra a una población pacífica y laboriosa, y transformarla en un pueblo excepcionalmente dotado para defender su soberanía legítimamente conquistada; mantener a raya a sus enemigos que como lava volcánica querían arrasar sus pueblos y colonias; organizar la retaguardia como punto de apoyo para los hombres en lucha; conseguir suficientes armamentos con que repeler la agresión, pese al embargo decretado por poderosas potencias mundiales; procurar con los deficientes recursos económicos que poseían que nada faltase a la población civil; alimentar y uniformar al ejército adecuadamente; y pese al cerco impuesto por sus enemigos hacer entrar al país más de 150.000 hombres, mujeres y criaturas, de los campos de concentración y de la isla de Chipre, donde se encontraban detenidos, y atenderlos contemplando las necesidades que en ese trance todo ser humano requiere, alojamiento, alimentos, ropa, asistencia médica, escuelas, etc. Conseguirle trabajo y tratar de que sean elementos útiles a la patria. Todo eso y mucho más fue la obra de una población que recién sale de la 'tutela' y se convierte en un país libre e independiente.
Nadie, absolutamente nadie ha creído que un pueblo de 650.000 almas sea capaz de realizar esta gran obra con tan poco. Pero el Pueblo de Israel sabía que de esta lucha dependía su futuro, su existencia como nación, su emancipación, su dignidad. Después de 2000 años de destierro el minúsculo Pueblo de Israel tenía que resolver el gran dilema: ser o no ser, vida o muerte, libertad o esclavitud, independencia o yugo. Este pueblo tenía ante sí la visión de los 6.000.000 de judíos diezmados por el nazismo, los miles de años en el galuth, la vida de los ghettos, masacres, pogroms. La eterna víctima de la propaganda antiracial y antisemita ha sido siempre el pararrayos de la ira de los malos gobiernos, siempre errando por el mundo en busca de paz y tranquilidad.
Esta visión de la vida anterior y el anhelo de comenzar una nueva patria libre, ha fortalecido su brazo y espíritu, para combatir a aquellos que han puesto tantos escollos y trabas en su camino hacia la liberación. Y ha llegado a triunfar.
Ha triunfado en los campos de batalla contra enemigos armados hasta los diente. Ha triunfado en el terreno diplomático, contra elementos avezados, duchos en la materia que se han opuesto a las justas demandas de Israel.
Ha triunfado económicamente, pese a la lucha impuesta y pese a todo el sacrificio requerido para la defensa. Surgían como por un milagro nuevas colonias, aldeas, poblaciones, fábricas y talleres, dando ocupación y trabajo a la población no combatiente y a los inmigrantes que diariamente entraban en los puertos de Israel. Y ahora al entrar en el segundo año de vida como pueblo libre, cuando se acalló el trueno del cañón por el armisticio con sus contrincantes, Israel se aboca a la tremenda tarea de reconstrucción y afianzamiento, en convertir a su pequeña patria en hogar feliz y confortable para todos aquellos que quieran retornar al terruño histórico de sus antepasados, para que allí encuentren paz, tranquilidad, trabajo y bienestar. Israel entra en su segundo año de vida como Estado libre e independiente, reconocido como tal por 51 naciones del mundo.
Estamos seguros que el futuro triunfará como ha triunfado en su primer año de dura prueba.
Posadas, Mayo de 1949
Pedro Lew
AM ISRAEL JAI VE KAIAM!
EL PUEBLO DE ISRAEL VIVE Y EXSTE!
UN AÑO DE DURA PRUEBA
Cumple su primer año de vida el flamante Estado de Israel. Nacido bajo el trueno del cañón, rodeado de enemigos, supo salir airoso del anillo de fuego que lo rodeaba.
Un año de tremendos esfuerzos sobrehumanos. Poner en pie de guerra a una población pacífica y laboriosa, y transformarla en un pueblo excepcionalmente dotado para defender su soberanía legítimamente conquistada; mantener a raya a sus enemigos que como lava volcánica querían arrasar sus pueblos y colonias; organizar la retaguardia como punto de apoyo para los hombres en lucha; conseguir suficientes armamentos con que repeler la agresión, pese al embargo decretado por poderosas potencias mundiales; procurar con los deficientes recursos económicos que poseían que nada faltase a la población civil; alimentar y uniformar al ejército adecuadamente; y pese al cerco impuesto por sus enemigos hacer entrar al país más de 150.000 hombres, mujeres y criaturas, de los campos de concentración y de la isla de Chipre, donde se encontraban detenidos, y atenderlos contemplando las necesidades que en ese trance todo ser humano requiere, alojamiento, alimentos, ropa, asistencia médica, escuelas, etc. Conseguirle trabajo y tratar de que sean elementos útiles a la patria. Todo eso y mucho más fue la obra de una población que recién sale de la 'tutela' y se convierte en un país libre e independiente.
Nadie, absolutamente nadie ha creído que un pueblo de 650.000 almas sea capaz de realizar esta gran obra con tan poco. Pero el Pueblo de Israel sabía que de esta lucha dependía su futuro, su existencia como nación, su emancipación, su dignidad. Después de 2000 años de destierro el minúsculo Pueblo de Israel tenía que resolver el gran dilema: ser o no ser, vida o muerte, libertad o esclavitud, independencia o yugo. Este pueblo tenía ante sí la visión de los 6.000.000 de judíos diezmados por el nazismo, los miles de años en el galuth, la vida de los ghettos, masacres, pogroms. La eterna víctima de la propaganda antiracial y antisemita ha sido siempre el pararrayos de la ira de los malos gobiernos, siempre errando por el mundo en busca de paz y tranquilidad.
Esta visión de la vida anterior y el anhelo de comenzar una nueva patria libre, ha fortalecido su brazo y espíritu, para combatir a aquellos que han puesto tantos escollos y trabas en su camino hacia la liberación. Y ha llegado a triunfar.
Ha triunfado en los campos de batalla contra enemigos armados hasta los diente. Ha triunfado en el terreno diplomático, contra elementos avezados, duchos en la materia que se han opuesto a las justas demandas de Israel.
Ha triunfado económicamente, pese a la lucha impuesta y pese a todo el sacrificio requerido para la defensa. Surgían como por un milagro nuevas colonias, aldeas, poblaciones, fábricas y talleres, dando ocupación y trabajo a la población no combatiente y a los inmigrantes que diariamente entraban en los puertos de Israel. Y ahora al entrar en el segundo año de vida como pueblo libre, cuando se acalló el trueno del cañón por el armisticio con sus contrincantes, Israel se aboca a la tremenda tarea de reconstrucción y afianzamiento, en convertir a su pequeña patria en hogar feliz y confortable para todos aquellos que quieran retornar al terruño histórico de sus antepasados, para que allí encuentren paz, tranquilidad, trabajo y bienestar. Israel entra en su segundo año de vida como Estado libre e independiente, reconocido como tal por 51 naciones del mundo.
Estamos seguros que el futuro triunfará como ha triunfado en su primer año de dura prueba.
Posadas, Mayo de 1949
Pedro Lew
AM ISRAEL JAI VE KAIAM!
EL PUEBLO DE ISRAEL VIVE Y EXSTE!
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