Iñigo Vicente
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Volviendo la mirada al Sardinero
En la famosa jornada 37 de la temporada 2006/2007 el Betis cayó ante Osasuna por 0-5, situándose con 37 puntos en el puesto 16, a 1 solo punto del Celta (puesto 18). La clasificación era la siguiente:
15 Levante - 42 puntos
16 Betis - 37 puntos
17 Athletic - 37 puntos
18 Celta - 36 puntos
19 R.Soc. - 34 puntos
20 Nastic - 28 puntos
Es decir, Nastic descendido, Real Sociedad casi, y Celta, Athletic y Betis jugándose el tercer puesto.
En la última jornada el Athletic jugaba en casa contra el Levante, que ya estaba salvado (ganó el Athletic 2-0), la Real contra el Valencia, que tenía el 4º puesto asegurado, en Mestalla (empataron 3-3 auque hubo un momento en que la Real iba ganando), el Celta en casa contra un Getafe en tierra de nadie (ganó el Celta 2-1) y, finalmente, el Betis contra un Racing que no se jugaba nada... con independencia de aquellos 10 minutos en los que estuvimos en 2ª, el Betis ganó 0-2, como ya sabemos.
Es decir, los 4 implicados jugaban contra equipos que ya estaba casi de vacaciones, tres de ellos de media tabla hacia abajo y uno ya fijo en la 4ª plaza; victoria para el implicado en los tres primeros casos, empate en el último. Se dirá, en relación a los equipos que "no se juegan nada", aquello de que se juegan "otras cosas"... cierto, pero que nadie olvide que en este mundo del fútbol hay "otras cosas" tanto por ganar como por perder, aunque las últimas obviamente son tema tabú. "Otras cosas" de las que se ha ufanado en manejar como nadie en no pocas ocasiones el presunto Salvador de nuestro Betis para reforzar su presunta leyenda de presunto Salvador.
Ante el abismo
Increiblemente, y a pesar de la cómoda, comodísima victoria ante el Almería de un equipo que parecía incapaz de ganarle a nadie, nos hemos encontrado de frente con el abismo en la última jornada de Liga. Pero, a diferencia de Santander, hay dos cuestiones que agravan especialmente la situación: el hecho de que podamos caer al abismo en nuestra propia casa y, sobre todo y ante todo, que nuestro rival -contra todo pronóstico- es el único de los rivales de los implicados que se juega también la vida.
Repasemos la clasificación:
14 Valladolid - 42 puntos
15 Getafe - 41 puntos
16 Betis - 41 puntos
17 Sporting - 40 puntos
18 Osasuna - 40 puntos
19 Numancia - 35 puntos
20 Recre - 33 puntos
Con Numancia y Recre descendidos, 5 equipos se juegan el tercer puesto, entre ellos Betis y Valladolid que tienen enfrentamiento directo (y a los que "pactar" el empate les puede resultar muy complicado salvo que los resultados de los otros sean muy claros y positivos). Osasuna recibe al Madrid en casa: un Madrid que no se juega nada, con jugadores que lo ganan bien ya con el bañador puesto y a los que por muchas "otras cosas" que haya dificilmente les puede compensar meter la pierna o tener que salir de Navarra siendo el que ha bajado al Osasuna. El Sporting recibe a un Recre recién descendido por deméritos propios, que por mucho que se juegue "otras cosas" puede no tener ni la calidad ni la capacidad suficiente para ganar, que siempre es mucho más difícil que perder. Y en cuanto al Getafe, equipo sólido en lo económico y que nunca ha descendido, se la juega en el Sardinero... y si el Betis hace dos años fue capaz de ganar allí, ¿porqué no va a ser capaz el Getafe?.
En definitiva, yo parto de la base de que Osasuna, Sporting y Getafe ganan sus partidos: así suele suceder en estos casos, como de hecho sucedió en 2007. Ojalá me equivoque y alguno de los dos primeros solo saque un empate. Mucho de lo que suceda, me temo, dependerá de "otras cosas". Pero en el caso del Betis, va a depender en exclusiva de los 11 que salten al terreno de juego a enfrentarse a otros 11 que también se juegan la vida, y a los que les vale un empate para salvarla, dicho sea de paso.
Pase lo que pase
Con independencia de cualquier otra consideración, hay que afirmar con rotundidad que un segundazo sería tal desastre en términos económicos que no solo no serviría para resolver los problemas institucionales del club, sino que además lastraría su futuro hasta extremos insospechados. Personalmente no creo que en la situación actual un descenso fuese de ida y vuelta, sino para unos cuantos años, lo cual lleva a la lógica de pensar que el beticismo reafirmará una vez más, ante el Valladolid, un muy especial sentimiento de fidelidad hacia unos colores. Fidelidad que, no obstante, sería deseable que no se limitase a los 90 minutos de juego sino que supusiese una implicación en el terreno social, accionarial e institucional, como ya se ha indicado en otras ocasiones y como muchos béticos son ya conscientes.
Me preocupa, no obstante, lo que puede suceder si se consumase un descenso en nuestra casa, en Heliópolis, en el inacabado Estadio que vino en denominarse con el nombre del presunto mecenas. Porque, si tal hecho sucediera resultaría un shock tan brutal que desconozco si el beticismo puede optar por cantar "Betis, Betis" como en aquella promoción ante el Tenerife (para mí, desde luego, sería el escenario ideal, sin perjuicio de otras cuestiones) o pueden darse otros escenarios indeseados que, al igual que el descenso, tampoco van a servir para resolver los problemas del club, al menos según mi punto de vista.
El Betis no depende de sí mismo. Me explico. El Betis no depende de lo que pueda apoyar su afición, porque 40.000 personas se concentran a piñón al final de La Palmera pase lo que pase. El Betis no depende de lo que puedan hacer sus presuntos salvadores o directivos, a los que dudo que les llegue el agua al cuello si habían dado por hecho que el Valladolid venía con los deberes hechos a Heliópolis, porque por muchos telefonazos que se peguen a Huelva, Santander o ¿Madrid? no van a garantizar nada; sentarse en el Palco el próximo día va a ser un ejercicio de disciplina debida con el cargo y con aquel a quien se lo deben. El Betis depende, en todo caso, de la capacidad que puedan demostrar los 11 que se enfunden su camiseta para ganar a otros 11 que pueden contemporizar algo más con el resultado; y, como ya he dicho antes, soy escéptico respecto a la capacidad actual de este equipo de ganar a nadie en condiciones normales. De ahí que considere que nuestra permanencia está más en que suceda algún resultado positivo en Santander, Pamplona o Gijón.
Por supuesto, hay algo indiscutible: Ganando, no hay pajas mentales ni combinaciones que valgan. Así que ese deberá ser el objetivo y en ese objetivo habrá que conjurarse.
Sea como fuere, pase lo que pase, tuyos siempre Betis.
Manque Pierda.
En la famosa jornada 37 de la temporada 2006/2007 el Betis cayó ante Osasuna por 0-5, situándose con 37 puntos en el puesto 16, a 1 solo punto del Celta (puesto 18). La clasificación era la siguiente:
15 Levante - 42 puntos
16 Betis - 37 puntos
17 Athletic - 37 puntos
18 Celta - 36 puntos
19 R.Soc. - 34 puntos
20 Nastic - 28 puntos
Es decir, Nastic descendido, Real Sociedad casi, y Celta, Athletic y Betis jugándose el tercer puesto.
En la última jornada el Athletic jugaba en casa contra el Levante, que ya estaba salvado (ganó el Athletic 2-0), la Real contra el Valencia, que tenía el 4º puesto asegurado, en Mestalla (empataron 3-3 auque hubo un momento en que la Real iba ganando), el Celta en casa contra un Getafe en tierra de nadie (ganó el Celta 2-1) y, finalmente, el Betis contra un Racing que no se jugaba nada... con independencia de aquellos 10 minutos en los que estuvimos en 2ª, el Betis ganó 0-2, como ya sabemos.
Es decir, los 4 implicados jugaban contra equipos que ya estaba casi de vacaciones, tres de ellos de media tabla hacia abajo y uno ya fijo en la 4ª plaza; victoria para el implicado en los tres primeros casos, empate en el último. Se dirá, en relación a los equipos que "no se juegan nada", aquello de que se juegan "otras cosas"... cierto, pero que nadie olvide que en este mundo del fútbol hay "otras cosas" tanto por ganar como por perder, aunque las últimas obviamente son tema tabú. "Otras cosas" de las que se ha ufanado en manejar como nadie en no pocas ocasiones el presunto Salvador de nuestro Betis para reforzar su presunta leyenda de presunto Salvador.
Ante el abismo
Increiblemente, y a pesar de la cómoda, comodísima victoria ante el Almería de un equipo que parecía incapaz de ganarle a nadie, nos hemos encontrado de frente con el abismo en la última jornada de Liga. Pero, a diferencia de Santander, hay dos cuestiones que agravan especialmente la situación: el hecho de que podamos caer al abismo en nuestra propia casa y, sobre todo y ante todo, que nuestro rival -contra todo pronóstico- es el único de los rivales de los implicados que se juega también la vida.
Repasemos la clasificación:
14 Valladolid - 42 puntos
15 Getafe - 41 puntos
16 Betis - 41 puntos
17 Sporting - 40 puntos
18 Osasuna - 40 puntos
19 Numancia - 35 puntos
20 Recre - 33 puntos
Con Numancia y Recre descendidos, 5 equipos se juegan el tercer puesto, entre ellos Betis y Valladolid que tienen enfrentamiento directo (y a los que "pactar" el empate les puede resultar muy complicado salvo que los resultados de los otros sean muy claros y positivos). Osasuna recibe al Madrid en casa: un Madrid que no se juega nada, con jugadores que lo ganan bien ya con el bañador puesto y a los que por muchas "otras cosas" que haya dificilmente les puede compensar meter la pierna o tener que salir de Navarra siendo el que ha bajado al Osasuna. El Sporting recibe a un Recre recién descendido por deméritos propios, que por mucho que se juegue "otras cosas" puede no tener ni la calidad ni la capacidad suficiente para ganar, que siempre es mucho más difícil que perder. Y en cuanto al Getafe, equipo sólido en lo económico y que nunca ha descendido, se la juega en el Sardinero... y si el Betis hace dos años fue capaz de ganar allí, ¿porqué no va a ser capaz el Getafe?.
En definitiva, yo parto de la base de que Osasuna, Sporting y Getafe ganan sus partidos: así suele suceder en estos casos, como de hecho sucedió en 2007. Ojalá me equivoque y alguno de los dos primeros solo saque un empate. Mucho de lo que suceda, me temo, dependerá de "otras cosas". Pero en el caso del Betis, va a depender en exclusiva de los 11 que salten al terreno de juego a enfrentarse a otros 11 que también se juegan la vida, y a los que les vale un empate para salvarla, dicho sea de paso.
Pase lo que pase
Con independencia de cualquier otra consideración, hay que afirmar con rotundidad que un segundazo sería tal desastre en términos económicos que no solo no serviría para resolver los problemas institucionales del club, sino que además lastraría su futuro hasta extremos insospechados. Personalmente no creo que en la situación actual un descenso fuese de ida y vuelta, sino para unos cuantos años, lo cual lleva a la lógica de pensar que el beticismo reafirmará una vez más, ante el Valladolid, un muy especial sentimiento de fidelidad hacia unos colores. Fidelidad que, no obstante, sería deseable que no se limitase a los 90 minutos de juego sino que supusiese una implicación en el terreno social, accionarial e institucional, como ya se ha indicado en otras ocasiones y como muchos béticos son ya conscientes.
Me preocupa, no obstante, lo que puede suceder si se consumase un descenso en nuestra casa, en Heliópolis, en el inacabado Estadio que vino en denominarse con el nombre del presunto mecenas. Porque, si tal hecho sucediera resultaría un shock tan brutal que desconozco si el beticismo puede optar por cantar "Betis, Betis" como en aquella promoción ante el Tenerife (para mí, desde luego, sería el escenario ideal, sin perjuicio de otras cuestiones) o pueden darse otros escenarios indeseados que, al igual que el descenso, tampoco van a servir para resolver los problemas del club, al menos según mi punto de vista.
El Betis no depende de sí mismo. Me explico. El Betis no depende de lo que pueda apoyar su afición, porque 40.000 personas se concentran a piñón al final de La Palmera pase lo que pase. El Betis no depende de lo que puedan hacer sus presuntos salvadores o directivos, a los que dudo que les llegue el agua al cuello si habían dado por hecho que el Valladolid venía con los deberes hechos a Heliópolis, porque por muchos telefonazos que se peguen a Huelva, Santander o ¿Madrid? no van a garantizar nada; sentarse en el Palco el próximo día va a ser un ejercicio de disciplina debida con el cargo y con aquel a quien se lo deben. El Betis depende, en todo caso, de la capacidad que puedan demostrar los 11 que se enfunden su camiseta para ganar a otros 11 que pueden contemporizar algo más con el resultado; y, como ya he dicho antes, soy escéptico respecto a la capacidad actual de este equipo de ganar a nadie en condiciones normales. De ahí que considere que nuestra permanencia está más en que suceda algún resultado positivo en Santander, Pamplona o Gijón.
Por supuesto, hay algo indiscutible: Ganando, no hay pajas mentales ni combinaciones que valgan. Así que ese deberá ser el objetivo y en ese objetivo habrá que conjurarse.
Sea como fuere, pase lo que pase, tuyos siempre Betis.
Manque Pierda.
Hace mucho que no publico nada aquí sobre mi Betis. Son tantas las decepciones, los sinsabores, las angustias, ... que han conseguido aburrirme, a mí y a miles de béticos que no sabemos ya que es peor, si bajar a segunda o seguir otro año más igual, aguantando la misma mierda. Pero cuando llega la hora de la verdad y vemos el precipicio a un paso se nos revuelven las tripas y nos entra el pánico. Sacamos de dentro, muy dentro, nuestro sentimiento verdiblanco y nuestro orgullo y nos disponemos a sufrir una vez más por nuestro Betis. El próximo domingo lloraremos ¿será de alivio ante la salvación? ¿será de pena ante la caída al abismo? ¿será por odio hacia los que nos han arrastrado hasta ahí?
¡VIVA EL BETIS LIBRE!
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