Cinco adolescentes afganas de Kandahar han sido atacadas por terroristas talibanes cuando se dirigían a la escuela. A pesar de que portaban burkas, dos de ellas sufrieron graves quemaduras en la cara y en el cuerpo. Los criminales fundamentalistas prohíben a las mujeres recibir educación.
Dos terroristas talibanes a bordo de una motocicleta han atacado con ácido de batería de automóvil a cinco niñas que se dirigían al colegio de Mirwais Nika Grils High School. El atentado tuvo lugar en la provincia de Kandahar.
Una de las víctimas, de nombre Atefa y de dieciséis años, explicó: "Íbamos de camino al colegio cuando dos hombres en motocicletas se pararon a nuestro lado. Uno de ellos comenzó a tirarle ácido a mi hermana en la cara. Intenté ayudarla y me tiraron a mi también".
Recordó que "nos pusimos a gritar y la gente vino a ver que pasaba, así que los hombres escaparon". Todas las niñas llevaban "burkas", las prendas que cubren todo el cuerpo, incluida la cara, sin la cual las mujeres tienen terminantemente prohibido salir a la calle en la mayor parte de Afganistán.
Atefa no sabía por qué alguien podría querer atacarla a ella y a las otras chicas. "No sé por qué lo hicieron", dijo la joven, y añadió que "Kandahar no es seguro. Pero no podemos quedarnos en casa, queremos una educación. Necesitamos ayuda del Gobierno", agregó.
Además de Astefa, su hermana Shamisa, de dieciocho años, también presentaba graves quemaduras en la cara y el cuello. Los fundamentalistas criminales consideran que es innecesario y contrario al Islam que las mujeres reciban educación básica.
Dos terroristas talibanes a bordo de una motocicleta han atacado con ácido de batería de automóvil a cinco niñas que se dirigían al colegio de Mirwais Nika Grils High School. El atentado tuvo lugar en la provincia de Kandahar.
Una de las víctimas, de nombre Atefa y de dieciséis años, explicó: "Íbamos de camino al colegio cuando dos hombres en motocicletas se pararon a nuestro lado. Uno de ellos comenzó a tirarle ácido a mi hermana en la cara. Intenté ayudarla y me tiraron a mi también".
Recordó que "nos pusimos a gritar y la gente vino a ver que pasaba, así que los hombres escaparon". Todas las niñas llevaban "burkas", las prendas que cubren todo el cuerpo, incluida la cara, sin la cual las mujeres tienen terminantemente prohibido salir a la calle en la mayor parte de Afganistán.
Atefa no sabía por qué alguien podría querer atacarla a ella y a las otras chicas. "No sé por qué lo hicieron", dijo la joven, y añadió que "Kandahar no es seguro. Pero no podemos quedarnos en casa, queremos una educación. Necesitamos ayuda del Gobierno", agregó.
Además de Astefa, su hermana Shamisa, de dieciocho años, también presentaba graves quemaduras en la cara y el cuello. Los fundamentalistas criminales consideran que es innecesario y contrario al Islam que las mujeres reciban educación básica.
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