domingo, 7 de junio de 2009

Otro con el que puede dialogar Obama

Abu Ibrahim, el doctor “Frankenstein” en Líbano
Por Rubén Kaplan

Desde hace casi tres décadas, el FBI norteamericano, la CIA y agencias de inteligencia de varios países, buscan denodada pero infructuosamente atrapar al célebre terrorista árabe, fabricante de bombas y artefactos explosivos conocido como Abu Ibrahim y cuyo verdadero nombre es Husain Al-Umari.

El “doctor Frankenstein” apodo que le pusiera un alto oficial del Pentágono a Al-Umari, es un devoto islamita sunita, nacido en la ciudad portuaria de Trípoli, Líbano en 1936. Poseedor de un frondoso prontuario, que lo erige en una figura mitológica del terrorismo, sus adherentes lo consideran un genio y el “abuelo de los fabricantes de bombas”. Duane R. Clarridge, ex maestro de espionaje de la CIA, escribió en su libro que Abu Ibrahim tenía “un talento para construir ingeniosas máquinas de muerte, tales como camiones con refrigeración cuyos tubos de enfriamiento estaban llenos de explosivos líquidos”.

Entrenado por la KGB, en el uso de explosivos, y educado en química e ingeniería electrónica, su aptitud para el crimen, fue usufructuada por varias organizaciones terroristas que integró, incluidas Setiembre Negro, responsable de la Masacre de Munich el 5 de setiembre de 1972, y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, organización política y militar marxista-leninista secular, y nacionalista palestina, fundada en 1967 por George Habash, quien fuera a la sazón, creador del Movimiento Nacionalista Árabe. El FPLP fue autor entre otros cruentos atentados, del asesinato del Ministro de Turismo israelí Rehavam Zeevi, el 17 de octubre de 2001 en el Jerusalem Hyatt Hotel.

A Husain Al-Humari se le atribuyen numerosos atentados terroristas.

Pero a partir de su separación del FPLP en 1979, para crear su propio grupo terrorista denominado “15 de mayo”(el día de la Independencia de Israel) fue que Al- Humari comenzó a forjar su reputación como maestro fabricante de sofisticadas bombas y a suscitar la atención de los servicios de inteligencia de todo el mundo. Los ataques terroristas atribuidos a Husain Al- Humari se intensificaron por doquier.

En la nómina aparece el perpetrado con una bomba contra el Mount Royal Hotel de Londres, 17 de enero de 1980 que provocó un muerto y un herido. La explosión en el “Orion” cuando entraba al puerto de Haifa el 20 de diciembre de 1981, con un saldo de dos muertos y un herido. El 15 de enero de 1982, una bomba estalló en un restorán en Berlín Occidental, cuyo propietario era un israelí, asesinando a una persona e hiriendo a 24. El 11 de agosto de 1982, una bomba en el vuelo 830 de Pan Am de Tokio a Honolulu, causó un muerto y 14 heridos. El 23 de diciembre del mismo año, explotó una bomba en el Consulado y Club judío de Sydney Australia, que arrojó un saldo de dos heridos. El 23 de febrero de 1985, una poderosa explosión estremeció la sucursal de París, de la afamada tienda inglesa Marks & Spencer, matando una persona e hiriendo a otras 18. También una filial en París del Bank Leumi de Israel, fue atacada el 21 de agosto.

Otros intentos de atentados a diferentes aerolíneas en lo años 1983, 84 y 85 fueron afortunadamente frustrados.

Husain Al- Humari, alias Abu Hibraim, fue un cultor del perfil bajo.

Su rostro no era conocido y tampoco se escuchaba su voz en las radiales reivindicaciones de atentados.

La agencia Associated Press difundió su identikit proporcionado por el FBI. Residentes de Irak reconocen su fotografía, pero Ibrahim no está allí. Había huido de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak.

Aparentemente había desaparecido. Pero en 2004, un año después de la invasión liderada por USA, los militares irrumpieron en una fábrica de bombas en Mosul y encontraron signos de Ibrahim y sus dispositivos, lo que sugiere que él o sus alumnos fueron el apoyo a la insurgencia.

El FBI vinculó al menos 21 dispositivos a Ibrahim. Otros continuaron circulando en manos de terroristas.

Al-Humari fue un penoso precursor del terrorismo contemporáneo a civiles. Su modus operandi se evidencia en dos atentados en las líneas aéreas de 1986 y 1989 que mataron a 174 personas, entre ellas la esposa de un embajador norteamericano en el Chad.

El ahora septuagenario Al-Humari, al que muchos creían muerto, estuvo cobijado en Irak por Saddam Hussein y se lo sindica también como ejecutor de operaciones terroristas contra Irán y Siria.

Paradójicamente, desde éste país el FBI cree que huyó a Líbano, donde con seguridad Husain Al- Humari, el “doctor Frankenstein” será custodiado por el Hezbollah, cuyo líder Hassan Nasrallah, títere de Irán, acaba de anunciar que gustoso proveerá armas al grupo terrorista Hamas en Gaza.

http://www.rkpress.com.ar/

Reenvia: www.porisrael.org

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