lunes, 7 de septiembre de 2009

La ¿revolución? de los niños pijos


La guerra duró más de tres horas. Una veintena de personas, entre ellas siete menores, fueron detenidos el sábado por la Policía Nacional tras una reyerta ocurrida durante las fiestas patronales de Pozuelo de Alarcón que provocó graves daños en el mobiliario urbano y el incendio de varios vehículos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y que dejó heridos a una decena de agentes.

Según informó este domingo la Jefatura Superior de Policía de Madrid a Europa Press, hacia las 2.15 horas de esta madrugada los agentes del dispositivo especial de seguridad de Pozuelo, integrado por Policía Municipal y Policía Nacional tanto de la comisaría del municipio como de la Unidad de Intervención Policial (UIP), recibieron un aviso para la calle Camino de las Huertas.

Allí, un joven que había sido agredido con una botella y presentaba heridas en la cabeza solicitó ayuda médica. Los sanitarios lo trasladaron al Hospital Puerta de Hierro y los agentes se quedaron patrullando por la zona.

Hacia las 3 horas, cuando los 'botellones' debían dispersarse, un grupo de chavales comenzó a tirar piedras y botellas contra los agentes y contra el vehículo policial de la UIP. A partir de ahí, según las fuentes, "todo el mundo empezó a desmadrarse, muchos como consecuencia de encontrarse bajo la influencia del alcohol".

Durante tres horas se produjo una batalla campal en Pozuelo que obligó al retén policial a pedir incluso refuerzos a Madrid. Los avisos por megafonía y con los lanzadestellos no evitaron que los agentes tuvieran que utilizar salvas al aire y pelotas de goma para dispersar a la masa.

Sin embargo, los jóvenes continuaron durante tres horas más destrozando el mobiliario urbano --cristales de marquesinas de autobuses y señales de tráfico--, e incluso prendieron fuego a contenedores y papeleras, y a un coche policial. También dañaron dos vehículos camuflados, una furgoneta de la UIP y varios coches de la Policía Local.

Hacia las 4.30 horas, unas 200 personas llegaron incluso a intentar entrar en la Comisaría saltando el muro perimetral, aunque "gracias al dispositivo de seguridad de la comisaría y a la UIP no consiguieron hacerlo", explicaron las fuentes.

Al final, el saldo fue de 20 detenidos, siete de ellos menores, y diez policías heridos, en concreto dos de la Comisaría de Pozuelo, un municipal y siete agentes de la UIP. Dos de ellos tienen lesiones graves, por lo que fueron trasladados al hospital. Hasta las 6 horas, la localidad no recuperó la calma.

El problema nos el alcohol como rápidamente dirán los bien-pensantes, ni las ganas de divertirse de la gente joven y hacerlo barato. El problema está en la educación y en la impunidad con la que grupos más o menos reducidos pueden actuar cada vez que se les antoja. Son muchos los fines de semana en los que paso por zonas de botellón de camino a algún pub en el que tomarme una copa y ahí no hay violencia, sólo gente joven echando un rato. Lo de Pozuelo es como las celebraciones de los triunfos del Barcelona la pasada temporada cuando grupos de cabrones jodieron la fiesta a miles de personas normales. La única solución es dejar tranquilos a los que se divierten pacíficamente (y en lugares y condiciones adecuadas y sin tantas limitaciones horarias) y tolerancia cero con los cabrones. Menos policia acorralada y reculando y más leña al mono. Por cierto, escuchando al niñato del vídeo se comprueba que son un montón de niños pijos, hijos de papa que no tardará en correr en su ayuda, y en el municipio más rico de España.


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