jueves, 20 de agosto de 2009

Un hijo de puta


Autor del informe en contra de Israel apoya la Masacre de Munich

Por Ben-Dror Yemini en Maariv y Guysen International News

Joe Stork, un alto funcionario de Human Rights Watch, organización que acusa a las FDI (Tzahal) de matar a palestinos que agitaban banderas blancas, es un fanático defensor de la eliminación de Israel. Era amigo de Saddam, descartó las negociaciones y apoyó la Masacre de Múnich, que "fue un impulso importante para la moral entre los palestinos".

El jueves pasado, muchos medios de comunicación mundo habían cubierto la conferencia de prensa en la que un alto funcionario de Human Rights Watch, Joe Stork, presentó el informe acusando a Israel de matar a doce palestinos en la Franja de Gaza, mientras estos agitaban banderas blancas durante la Operación Plomo Fundido. Stork, la persona identificada con este informe, tiene una singular historia de odio hacia Israel: Apoyó el asesinato de atletas israelíes en Munich, era un ávido defensor de Saddam Hussein y mucho más.

En el pasado, varias veces, Stork hab pedido la destrucción de Israel y es un veterano defensor del terrorismo palestino. Ya como estudiante, Stork fue uno de los fundadores de un nuevo grupo de izquierda radical, que se formó sobre la base de la afirmación de que otros grupos de izquierda no eran lo suficientemente críticos hacia Israel y hacia el apoyo de los Estados Unidos hacia este país. En 1976, Stork participó en una conferencia organizada por Saddam Hussein que celebraba el primer aniversario de la decisión de las Naciones Unidas que equiparó al sionismo con el racismo. Stork, hay que decirlo, llegó a la conferencia como un prominente partidario del terrorismo palestino y como un opositor a la existencia del Estado de Israel. Asimismo, etiquetaba la violencia palestina contra Israel como "potencial revolucionario de las masas palestinas" - un lenguaje que es típico de fanáticos marxistas.

En los artículos que escribió durante la década de 1970, Stork manifestó que estaba en contra de la propia existencia de Israel como una "entidad imperialista" y, para ello, actuaba como un abogado de los regímenes árabes sobre la forma de eliminar el régimen sionista. También se oponía a cualquier tipo de negociación ya que esto significaba el reconocimiento de la existencia: "El sionismo sólo puede ser derrotado por la lucha contra el imperialismo", escribió Stork, "y no a través de ofertas como las de los Kissingers".

En otras ocasiones, Stork manifestó su posición de que la izquierda debe subordinarse a la OLP con el fin de reforzar los elementos que se oponen a cualquier acuerdo con Israel. Parece que no ha cambiado desde entonces su camino. Todavía vive conceptualmente subordinado a los que han mantenido su oposición a la existencia del Estado de Israel. Una vez, el mundo de la izquierda radical apoyó a la OLP. Hoy, parte de la izquierda apoya a Hamás.

Stork, por supuesto, no está solo. Los barcos que llegan de vez en cuando, o los que intentan llegar, a las costas de Gaza están llenos de radicales de su misma calaña. Ellos no se identifican con los esfuerzos hacia la paz o con el compromiso. Por el contrario, se identifican con aquellos que siguen la antigua línea que apoya la eliminación de Israel.

Stork alcanzó su pico en una declaración publicada por el Oriente Medio - Proyecto de Investigación e Información, que trata de reunir información sobre el conflicto del Oriente Medio, y en el que Stork fue una de las principales figuras. Esta fue una declaración que incluía el apoyo explícito por el asesinato de los once atletas israelíes que participaban en los Juegos Olímpicos de Munich, "Munich y acciones similares no pueden crear o sustituir a un movimiento revolucionario de masas", versa la declaración, "Pero tenemos que comprender que la realización de los de Múnich ha proporcionado un impulso importante en la moral entre los palestinos". Asesinato y terrorismo, de ser así, no son un asunto de moralidad.

Este es el hombre. Un radical marxista cuyas posiciones no han cambiado a lo largo de los años. Por el contrario. La objetividad, la neutralidad o atenerse a los hechos no son una demanda para Stork. Incluso, exclama con orgullo que no hay necesidad de neutralidad.

¿Es posible considerar en serio un informe en contra de Israel, con un hombre como este por detrás? El profesor Gerald Steinberg han revelado datos preocupantes sobre los dirigentes de Human Rights Watch y de las dos personas que lideran su Departamento de Oriente Medio - Sarah Leah Whitson y Joe Stork - incluso antes de su último informe y ajenas a este. La organización, como parte de su falsa presentación, emite condenas cortas al fuego de cohetes del Hamas. Stork ha elaborado un informe sobre Israel tan objetivo como un informe de Baruj Marzel sobre Hebrón.

Israel está llamado a dar explicaciones a raíz de los informes de Human Rights Watch. Ya es hora de que Israel públicamente muestre las raíces ideológicas de varios de los dirigentes de esta organización y la demanda de que se destituyan a estos partidarios del terrorismo y aborrecedores de Israel. Hasta entonces, Israel, con razón, no puede comentar en serio las críticas de ese órgano.

Un hijo de puta. Otro más. ¿Qué podemos esperar de esa manada de "defensores de los derechos humanos"?

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