Sancionan a un locutor de playa por hacer chistes a los bañistas
Introducir el humor en los mensajes por altavoz que se trasmiten en las playas le ha costado a un trabajador una sanción. Entre otras bromas, el locutor recordaba a los bañistas que están prohibidos los juegos de pelota y aconsejaba "cómprense un parchís".
La sección sindical de Autonomía Obrera SAT en el Ayuntamiento de Cádiz criticó este jueves que el Consistorio "asuma y permita" a la empresa encargada de las tareas de salvamento en las playas de la capital, Arasti-Barca, "sancione y amoneste" a un trabajador por el hecho de poner humor en los mensajes de megafonía en la playa de La Caleta.
Así, la sección sindical considera este hecho como "una infracción tanto municipal como de la empresa Arasti-Barca" y critica que se haya amonestado a un trabajador por unos cometidos que "ha realizado por buena voluntad o, en su defecto, por imperativo empresarial". Por ello, mostró su "sorpresa" ante el hecho de que el Consistorio "no tome cartas en el asunto".
Por su parte, el Ayuntamiento gaditano aseguró a Europa Press que en ningún momento ha amonestado a este trabajador y que la decisión de hacerlo dependió unilateralmente de la empresa burgalesa Aresti-Barca, que ha declinado hacer declaraciones sobre este asunto.
Según publica 'La Voz de Cádiz', el empleado en cuestión se encargaba de la megafonía de la playa de La Caleta desde hacía dos años. Sin embargo, tras ser amonestado por la empresa, su voz dejó de sonar por los altavoces el pasado lunes.
Entre otras frases, el periódico destacó que el locutor señalaba la hora de la merienda diciendo: "Son las seis de la tarde, la hora del cafelito" y comentaba "quedan prohibidos los juegos de pelota, cómprense un parchís", para recordar esta prohibición.
Los bañistas podían escuchar sus peculiares señales horarias, del tipo "queridos caleteros, son las tres de la tarde, las tres menos diez en Suiza" o "son las nueve de la noche, finalizan los servicios de playa. Mañana os espero a todos y no faltéis que me he quedado con vuestras caras".
El locutor emitía los correspondientes mensajes de precaución diciendo, por ejemplo, "estimados usuarios, tengan cuidado en el baño porque viene una plaga de medusas con muy malas ideas". Asimismo, alguna vez se despedía diciendo a los usuarios que no olvidaran "traer una rebequita mañana porque va a cambiar el viento".
La sección sindical de Autonomía Obrera SAT en el Ayuntamiento de Cádiz criticó este jueves que el Consistorio "asuma y permita" a la empresa encargada de las tareas de salvamento en las playas de la capital, Arasti-Barca, "sancione y amoneste" a un trabajador por el hecho de poner humor en los mensajes de megafonía en la playa de La Caleta.
Así, la sección sindical considera este hecho como "una infracción tanto municipal como de la empresa Arasti-Barca" y critica que se haya amonestado a un trabajador por unos cometidos que "ha realizado por buena voluntad o, en su defecto, por imperativo empresarial". Por ello, mostró su "sorpresa" ante el hecho de que el Consistorio "no tome cartas en el asunto".
Por su parte, el Ayuntamiento gaditano aseguró a Europa Press que en ningún momento ha amonestado a este trabajador y que la decisión de hacerlo dependió unilateralmente de la empresa burgalesa Aresti-Barca, que ha declinado hacer declaraciones sobre este asunto.
Según publica 'La Voz de Cádiz', el empleado en cuestión se encargaba de la megafonía de la playa de La Caleta desde hacía dos años. Sin embargo, tras ser amonestado por la empresa, su voz dejó de sonar por los altavoces el pasado lunes.
Entre otras frases, el periódico destacó que el locutor señalaba la hora de la merienda diciendo: "Son las seis de la tarde, la hora del cafelito" y comentaba "quedan prohibidos los juegos de pelota, cómprense un parchís", para recordar esta prohibición.
Los bañistas podían escuchar sus peculiares señales horarias, del tipo "queridos caleteros, son las tres de la tarde, las tres menos diez en Suiza" o "son las nueve de la noche, finalizan los servicios de playa. Mañana os espero a todos y no faltéis que me he quedado con vuestras caras".
El locutor emitía los correspondientes mensajes de precaución diciendo, por ejemplo, "estimados usuarios, tengan cuidado en el baño porque viene una plaga de medusas con muy malas ideas". Asimismo, alguna vez se despedía diciendo a los usuarios que no olvidaran "traer una rebequita mañana porque va a cambiar el viento".
¿Hasta Cádiz se está llenando de carajotes? ¿Qué pasa Teófila, ni nudistas ni chistes? entre unos quitándonos los chiringuitos y los otros velando por nuestras almas son capaces de acabar hasta con el verano.
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