sábado, 27 de septiembre de 2008

Premio Esfera al intelecto y la filosofía 2008


No tengo perdón. Hace varios días que Noralicia (http://noralicia.blogspot.com/) y Monmar (http://alianzacivilizaciones.blogspot.com/) se pusieron en contacto conmigo para otorgarme el "Premio Esfera al intelecto y la filosofía 2008" y por un motivo u otro no he encontrado un hueco para publicarlo.
Desde aquí les agradezco que se hayan acordado de mí. Un beso para las dos.

Donde las dan, las toman

Diecisiete muertos en el peor atentado terrorista en las últimas décadas en Siria

Al menos diecisiete personas han muerto y catorce han resultado heridas el sábado a causa del estallido de un coche-bomba en la carretera que comunica Damasco con el aeropuerto internacional. En la zona se concentran varios centros de los cuerpos de seguridad estatales. El último atentado terrorista en Siria se remonta al 5 de febrero, cuando fue asesinado Imad Mugnieh, dirigente de la organización terrorista Hezbolá.

jueves, 25 de septiembre de 2008

De cabras y cabrones ...



¿Sabes quién viene a cenar?
Ruben Kaplan

Dori Lustron (Porisrael.org)

En el Midtown Manhattan de New York, famosa zona del mundo en la que se encuentran entre otros edificios el Empire State, el Chrysler, el MetLife y el Bank of America Tower, también se halla el Grand Hyatt Hotel. El día jueves 25 de setiembre, su lujoso comedor, será mancillado por la presencia como invitado de honor, de Ahmoud Ahmadinejad, el Presidente de Irán con veleidades de convertirse en el nuevo Hitler de este siglo.

Su anfitrión, es el cura católico Miguel D'Escoto Brockmann, elegido Presidente de la Asamblea General de Las Naciones Unidas para el sexagésimo tercer período de sesiones. D'Escoto, de 75 años, nacido en Los Angeles (California) es hijo de un diplomático nicaragüense. Tras ser ordenado sacerdote de la orden Maryknol, se dedicó luego a la política. Miembro del Consejo mundial de iglesias fue un simpatizante de la teología de la liberación. También se desempeñó como canciller de Nicaragua durante el primer gobierno Sandinista de 1979 a 1990 y actualmente es asesor del presidente de ese país, Daniel Ortega.

Descripto por Reuters como un feroz crítico de Norteamérica, él se refirió a Ronald Reagan en el 2004 como "el asesino de mi pueblo" y agregó: "Por Reagan y su heredero espiritual George W. Bush, el mundo hoy está mucho menos a salvo y seguro, de lo que estuvo siempre. Más recientemente, se pronunció en duros términos contra la guerra librada por Estados Unidos contra el terrorismo en Irak y Afganistán.


Miguel D'Escoto Brockmann, con el auspicio de la misión de Irán en las Naciones Unidas, en su visión maniquea, parece olvidar su función pastoral, al organizar junto a los grupos cristianos: the Mennonite Central Committee, the Quaker United Nations Office, the World Council of Churches y Religions for Peace and the American Friends Service Committee, el ágape de marras, para agasajar al presidente iraní.


La cena a la que concurrirá también el primer ministro de Noruega Kiell Magne Bondevik, quien a la sazón preside el Oslo Center for Peace and Human Rights, tiene como grotesca explicación, que se centrará en asuntos atingentes al rol de las religiones para hacer frente al desafío global y la persecución de la paz.
La gravitante iglesia Evangélica de USA, discrepando totalmente con esos enunciados, pidió la semana pasada la detención del presidente de Irán por considerarlo un abierto instigador de genocidio.


Ahmoud Ahmadinejad, fue en los tempranos 80, interrogador y verdugo en la notoria Prisión de Evin, donde se ganó el mote "The Terminator" por asesinar a prisioneros políticos, lo cual no se compadece para nada con la asistencia a la comida en el Hyatt, de representantes de ONG en defensa de los Derechos Humanos.
También para esa misma época, fue comandante del grupo terrorista denominado la Fuerza Qods, la que planeó el asesinato de disidentes iraníes en el extranjero. En 2005, dictámenes legales del Departamento de Estado de los EE.UU, catalogaron a Ahmadinejad, de hecho, como un terrorista.


En el día de ayer, iraníes americanos, que reclamaban democracia y libertad en su país de origen devenido teocrático, mancomunados con diversas organizaciones e instituciones, marcharon junto a miles de personas por las calles de Nueva York para manifestar su repudio por la llegada de Ahmoud Ahmadinejad. Gran cantidad de gente, enarbolando banderas de Israel y pancartas , entre las que se distinguía una que decía: "Ahmadinejad , Vuelve con tu odio al infierno", conformaron un multitudinario mitin para deplorar la presencia del dictador iraní en las Naciones Unidas.


Ahmadinejad, quien clama sin tapujos por la destrucción del Estado de Israel, organizó en octubre del 2005 una ominosa conferencia denominada "El mundo sin Sionismo". El cínico negador del genocidio nazi contra el Pueblo Judío, se refirió al Estado Hebreo como "criminal", "una enfermedad" y una "rata muerta" en ocasión del 60 aniversario de la Independencia de Israel. Agregó que "la razón del existencia del régimen Sionista está cuestionada y que éste, va en camino de su aniquilación.


La amenaza de exterminio explicitada en esas horrendas expresiones, ni tampoco la frenética carrera por obtener la bomba atómica por parte de la República Islámica de Irán, son razones que conspiren para la realización de la pseudo ecuménica cena, que lo único que logrará, es contribuir para que el demente y peligroso Ahmoud Ahmadinejad rompa, satisfecho, el mes de ayuno del Ramadán.

¿Por qué será que en la ONU gustan tanto los tiranos? ¿será porque la cabra tira al monte? ¿o, en este caso, los cabrones?
¿Y qué podemos decir de la querencia que tan habitualmente muestran los "curitas" hacia los terroristas y los genocidas? ¿será también copsa de cabras o cabrones?

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Sderot en la ONU

Dina Cohen, reportera de Infolive.tv y residente de Sderot, fue la primera habitante de esa ciudad que tuvo la oportunidad de hablar ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU el jueves en Ginebra. Ella brindo un retrato pormenorizado de la vida bajo constantes ataques con cohetes kasam lanzados por terroristas desde la Franja de Gaza. Esperemos que su voz pueda sonar mas fuerte con nuestra difusion:
http://www.infolive.tv/es/infolive.tv-29615-israelnews-infolivetv-habla-ante-el-consejo-de-derechos-humanos-de-la-onu

Poco se puede espera de la ONU, más bien nada, pero no por eso hay que renunciar a darles la lata. Bien hecho por parte de Dina.

Masacre entre ratas

Terroristas de Hamas masacraron a miembros del clan Doghmush


Un bebé de ocho meses y otras ocho personas han sido asesinadas por miembros del grupo terrorista Hamas, que gobierna "de facto" la franja de Gaza. La masacre tuvo lugar el 15 y 16 de septiembre en el domicilio que en el barrio de Sabra tiene el clan de los Doghmush. Uno de sus miembros se resistió a ser detenido tras haber matado a aun agente. Los Doghmush están asociados al tráfico de drogas, armas y secuestros. Además, son seguidores de Al-Qaeda y del terrorista "Ejército islámico".

martes, 23 de septiembre de 2008

Atrapados en sus garras


Anhelo de poder
Hay demasiado dinero en juego entre los políticos. Y también demasiada incompetencia para vivir de otra cosa
Gabriel ALBIAC (http://www.larazon.es/)

¿Hay vida antes de la muerte? Porque, como para pensar en vidas de «después» andamos. ¿Hay, de verdad, vida, o, al menos, una vaga esperanza de que la haya, antes de que la gran hija de perra se nos lleve a la zanja como está mandado? No es seguro. Porque es muy abusivo llamar vida a las vete a saber cuántas horas de trabajo, a las demasiado bien sabes cuán pocas horas de sueño, a las casi ninguna de indolencia o de sosiego. Todo para que, a través del infalible ordenador de Hacienda, el Estado te desposea de entre un tercio y la mitad de tus ingresos.
Los políticos gastan. Faraónicamente. Disparatadas cifras propagandísticas, con comisión al bolsillo propio o al de los amigos. Los políticos han multiplicado el precio de nuestras viviendas, mediante una ley del suelo que selló en la corrupción inmobiliaria su base financiera. Los políticos horadaron los cimientos de las cajas de ahorros, trocándolas en instrumentos de su dispendio. Luego, como una maldición bíblica de la cual nadie va a hacerse responsable, la recesión llegó. Y todos y cada uno de nosotros se vio súbitamente empobrecido. Todos, salvo los políticos. Cuyos sueldos jamás se ven erosionados en un céntimo por nada. Ni los de sus parientes. La casta se enriquece en tiempos de miseria como en los de euforia. Y lo único asombroso en todo esto es la dulce mansedumbre de los sacrificados.
La utopía platónica reposaba, hace dos mil quinientos años, sobre un axioma difícilmente refutable: «que el Estado en el que menos anhelan gobernar quienes han de hacerlo es forzosamente el mejor y el más alejado de disensiones, y que lo contrario cabe decir del que tenga los gobernantes contrarios a esto». España es hoy la contraprueba experimental de aquella básica sensatez ateniense. El anhelo de eternizar sillón y sueldo no es un avatar psicológico más o menos perverso. Es necesidad biográfica para todos aquellos que, privados de la sinecura del Estado, serían menos que el ínfimo de sus vecinos. Hay un abismo difícil de afrontar entre lo que la actividad laboral hubiera hecho con un Rodríguez Zapatero o un José Blanco, y la dorada opulencia en la cual la política los ha instalado de por vida. Existen casos aún más pintorescos: dé un repaso, aquel que tenga estómago para ello, al esplendor familiar del presidente del Senado. Pero hemos de ser justos: salvo rarísimas excepciones, que es preciso rastrear al microscopio, es la misma y señorial condición de todos cuantos en nuestro país viven del carné de partido; ya en instancias representativas europeas ya en nacionales, ya en el coto cerrado de las autonomías cuanto en el cerrado feudo de los ayuntamientos o en la recóndita madriguera de los irrespirables aparatos de partido.
Ahora que la recesión nos hace pobres. A todos menos a ellos. Ahora es un buen momento para echar mano de calculadora y hacer un par de cuentas. La primera: ¿cuánto de nuestros ingresos nos ha sido arrebatado para hacer ricos a esos gandules? La segunda: ¿cuánto nos ahorraríamos si elimináramos, al menos, la multiplicación de administraciones a la cual hemos llamado «Estado de las autonomías»?


Vivimos como podemos para mantener a esa panda de garrapatas llamados políticos. ¿Os habéis fijado que no hay un puñetero fin de semana sin el correspondiente "acto de partido"? da igual que sea un congreso, un mitin, una fiesta ... el caso es que Zapatero y Rajoy (y sus secuaces correspondientes) puedan salir en los telediarios de sábado y domingo y revolverte el estómago mientras comes. Y eso lo pagamos entre todos.

Menos mal que siempre puedes echar mano de un partido de la liga inglesa y mandarlos a hacer puñetas. ¡Ojalá fuera tan fácil impedir que nos chuparan la sangre! ahí si que no sueltan el bocado.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Los mafaldos y sus maldades


No se me ocurre otro personaje más despreciable que Saramago para ilustrar las sabias palabras de Pilar Rahola en este excelente artículo que nos llega vía Andrés:

El catecismo de Mafalda
por Pilar Rahola

Formó parte de nuestra educación sentimental. Respiraba nuestra misma perplejidad, formulaba las mismas inquietas preguntas, alentaba utopías parejas y, en su paisaje cotidiano, las mismas Susanitas y Manolos pintaban las emociones y los días. Mafalda fue la sutil compañía, la conciencia cercana, y todo lo que representó sigue con nosotros para siempre. De hecho, transgeneracional como todo grande, Quino ha conseguido que Mafalda sea amiga de nuestros hijos, hermana mayor de los Guilles que se pasean por los rincones de nuestra felicidad. El título, pues, de este artículo, es lo que parece, un sentido y agradecido homenaje. Sensible, comprometida y, a pesar de todo, deliciosamente niña, Mafalda siempre será de una sola pieza.

¿Son de una sola pieza los Mafaldos que pululan por las esquinas del pensamiento, por los despachos de algunas cancillerías, por las cátedras impolutas de múltiples universidades, por las calles de la pancarta y el grito? Toda esa progresía, heredera de las utopías de izquierdas que intentaron cambiar el mundo, ¿mantiene intactos los criterios morales que las movilizaron? Y más aún, ¿mantiene el compromiso con la libertad?

Las banderas que blanden son las de siempre, la propia de la libertad, la solidaridad, la justicia social, la lucha contra la marginación, y así hasta completar la lista del catecismo del buen pastor de izquierdas. Poco o nada tengo que decir contra esas banderas que, sin paliativos, son las mías. Pero mucho hay que decir sobre algunos de los que se han apropiado de ellas, y, desde la atalaya de su soberbia ideológica, nos castigan con su verbo airado. Ya hablé, en otra ocasión, de los D Elía y Bonafini, eficaces lacayos del pensamiento reaccionario de izquierdas. Pero más allá de los peones que se mueven por el tablero, con más ruido que inteligencia, existe una sólida corriente de izquierdas que, a pesar del efectismo de su retórica, está traicionando seriamente la ley de leyes, la Carta de Derechos Humanos.

No es nueva esa traición, y ahí están las víctimas de las dictaduras de izquierdas clamando su lugar en el sol del recuerdo, sospechosas por el hecho de haber muerto bajo balas amigas, esos bellos dictadores que leían a Lenin y mataban como Goebbels. Y que algunos aún cabalgan, cual patéticos jinetes con zapatillas, por las islas de nuestras revoluciones adolescentes.

Hoy, como ayer, existen víctimas que no conmueven, dictaduras que no movilizan, terrorismos que no indignan, esclavitudes que no arañan las paredes de la conciencia, y todo ello pasa mientras tomamos las calles para gritar contra la injusticia.

Diversas son las traiciones morales que la izquierda está perpetrando, en nombre de los mismos principios que dice defender. Con un añadido fundamental: más allá de los gobiernos que cada cual elige, los ciudadanos otorgan un plus de prestigio a los intelectuales y a los movimientos de izquierdas, hasta el punto de que un pensador de derechas sólo puede equivocarse una vez, antes de hundirse. La izquierda puede perpetrar una vida de errores, y mantiene intacto el prestigio.

¿Sirve el ejemplo de Saramago? Defendió a Stalin como libertador, estuvo a favor del Muro de Berlín, considera a Chávez y a Castro como referentes legítimos e, incluso, entró en las listas del PC portugués, el más jurásico de los partidos comunistas del mundo, si obviamos la excepción de Corea del Norte, que detenta el honor de ser el mayor dinosaurio. Sin embargo, Saramago vocifera contra los yankees, clama contra la maldad judía, disculpa al terrorismo islamista, repite los tópicos sudados de la corrección política, y las universidades del mundo babean de complacencia, lo elevan a los altares y lo consideran un ejemplo de intelectual comprometido. ¡Qué importa que haya defendido a alguno de los asesinos más importantes de la historia reciente! ¡Qué importa la quiebra moral que ello significa!

Cumple felizmente con el primer mandamiento del catecismo progresista, y eso lo convierte en ícono de la izquierda reaccionaria: 'Odiarás a USA sobre todas las cosas, y a Israel como si fuera lo mismo'. Si tuviera que definir este progresismo de doble moral, lo haría usando su propio concepto de solidaridad: un concepto bizco, que llora por un ojo a las víctimas que le gustan, y por el otro disculpa a los asesinos que no le disgustan.

Por supuesto, estoy a favor del pensamiento crítico con el accionar norteamericano, y practico esa convicción tanto respecto de su política en la región como en el caso de Irak. Pero el pensamiento crítico es un compromiso integral, que no permite extrañas ambigüedades. El problema de los Mafaldos no es contra quién luchan, sino contra quién no luchan ni levantan banderas. Subidos al orgasmo permanente de la caza al yankee malvado y al perverso israelí, se les escapan vivos todos los dictadores del planeta. Es decir, les preocupan más los errores de los demócratas que las locuras de los tiranos.

Hablé de traición moral. Permítanme. Traición a las mujeres que viven bajo las tiranías islámicas, sin ningún derecho, abandonadas a su suerte, culpables de no ser esclavizadas por alguna democracia occidental. Su dolor no preocupa a ningún vocero de la izquierda auténtica. No está en el catecismo del buen progre luchar por las víctimas del islam. Traición a la libertad, minimizado el terrorismo nihilista, perdonados los suicidas 'jihadistas', reconvertidos en milicianos los fanáticos enloquecidos que matan a decenas de personas en los autobuses de Jerusalén o en los mercados de Bagdad. ¿Se han fijado que si matan americanos o judíos, son resistentes, pero si matan españoles o ingleses, son terroristas? Los mismos. Su mismo totalitarismo nihilista. La misma financiación. La misma tecnología vía satélite, conectada a la Edad Media. Pero distinto rasero.

Traición a la tolerancia, con ese coqueteo desacomplejado con el nuevo antisemitismo que corroe al mundo. Traición a la inteligencia, convertida la ideología en una religión, y las ideas en dogmas de fe. Y, finalmente, traición a la solidaridad, cuya bandera manchan de tanto usarla como munición demagógica. El mundo, sin duda, no vive un tiempo de luz. Pero la izquierda tendrá que preguntarse qué culpa tiene en esa oscuridad. Tanto por las palabras que dice como por los silencios que otorga. ¿No será que los Mafaldos han traicionado a Mafalda?
Desde luego los ha clavado.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Día de Derbi


Porque yo te he visto caer y subir de segunda, te ví perder partidos increíbles y te vi ganar los mismos partidos. Vamos Betis, porque he ido a verte cuando estabas peor y cuando estabas mejor, con calor o calado hasta las trancas. Porque una derrota no es más que el comienzo de una victoria. Porque confío en tí Betis, en el Betis, en un Betis que sea lo que tiene que ser, el Real Betis Balompié.

Yo recuerdo momentos amargos donde fuimos como corderos degollados y aun así fuimos a verte ganar. Momentos tristísimos como el de Osasuna, donde un equipo de suplentes nos humilló, tenía en la grada a los béticos de la champion, a los de la copa, llenándolo, haciendo tifos para verte ganar, no íbamos a una fiesta, aunque la tercera parte del partido se jugó en Santander. Allí sí que fué agónica la fiesta y llena de lágrimas y llena de emoción, una emoción que la quiero para otras cosas, mi Betis.

Vamos Betis, Vamos, que es otro derbi, un partido de 6 puntos, un punto de encuentro en un bar un lunes, en el colegio, en las camisetas de nuestros niños, en la vida de una ciudad. Vamos Betis, la temporada pasada ya pasó, no oculto mi desilusión ni mis ganas de mejorar, pero el domingo, que Diós me coja confesado, porque la garganta seguro que caerá. Caerá gritando ánimos, ánimos que quiero ver reflejados en las caras de los jugadores, que se dejen la piel, que den todo lo que la magia y el esfuerzo puedan dar. Todo no, el 150%, porque eso es el derbi, eso es el partido que debemos ganar.

Debemos ganar, mi Betis, y no pienso en perder, ni lo pensaba el año pasado, y perdimos, pero yo iba a verte ganar, e iba a verte caer dignamente. De eso se trata mi amor por tí, mi Betis, quiero saber que lo que tantísimos béticos son capaces de hacer seas tú el que lo transforme en esfuerzo y magia. Te seguimos a Madrid y a la Cartuja en tu destierro porque allí queríamos estar, a tu lado.

Pero mi Betis, yo que quiero lo mejor para tí, déjame que también me preocupe por tus entrañas. No me vale que tu cara sea lavada, que tengas camiseta nueva si eso esconde otras cosas que da vergüenza enseñar. Eso no me lo va a quitar nadie, mi Betis, porque si con ganas te animo con más ganas te defiendo. Mi Betis, no eres ni un busto ni el parapeto, ni el juguete de nadie, mi Betis. Eres lo más grande que le ha ocurrido a mucha gente. Muchos béticos tienen tu carné nada más nacer, sus padres los engalanan con tus colores, sus abuelos los llevan a ver a tus jugadores entrenar y... en este derbi, mi Betis, abarrotarán el campo como hacen siempre, porque te quieren Betis.

Y el domingo allí me tendrás, con mi uniforme verdiblanco, ese uniforme que está compuesto por todo lo que mi Betis tenga a mano, todo y algo más, algo que va dentro, que sigue ahí cuando cuelgo la bufanda, ese algo que hace que vaya más allá de lo posible, que te quiera cada día más, y ese algo es el que cuando el partido empieza todo sea por tí y cuando el partido acabe me preocupe por saber perder, si perdemos, pero también por saber ganar. Un algo que es un legado de tantos y tantos béticos y es una responsabilidad para los que vengan, béticos muy béticos, que sin haber nacido no preguntan cuál es el que gana ni cuál es el que tiene, preguntan por tí, Betis.

Vamoooooooos Betis.


www.betisweb.com/

¡VIVA EL BETIS LIBRE!

Los viejos rockeros también mueren


Ha muerto Richard Wright, uno de los fundadores de Pink Floyd

El tecladista Richard Wright, miembro fundador de la legendaria banda de rock británica Pink Floyd, falleció a los 65 años víctima del cáncer.

Como tecladista y compositor, Richard Wright ayudó a crear el sonido psicodélico pionero que convirtió a Pink Floyd en una de las mejores bandas del mundo.

En ocasiones sus atmosféricos órganos y sintetizadores, cargados de influencias del jazz, estaban en el primer plano de los temas de la banda. Otras veces brindaban un trasfondo fantasioso en el que el resto del grupo se podía sumergir.

Wright estudiaba arquitectura en el "Regent Street Polythenic" de Londres cuando conoció a Nick Mason y Roger Waters.

En 1965 formaron los Architechtural Abdabs y posteriormente se les unió el estudiante de Artes Syd Barret para crear Pink Floyd.

Se dieron a conocer en la escena artística underground de Londres "tocando música que las compañías disqueras no podían entender", como más tarde lo señaló el propio Wright.

"Nunca tuvimos el deseo de ser famosos, de ser estrellas de rock and roll", indicó.

Según sus propias palabras, el estilo musical de grandes del jazz como Miles Davis fue lo que más influyó en su forma de tocar los teclados.

Un error

Barret fue la fuerza creativa que lideró al grupo en sus inicios, pero el consumo de drogas lo llevó a un deterioro mental.

El resto de la banda, sin embargo, no cayó en el uso de drogas duras.

Wright probó ácido dos veces. La primera fue antes de estar en la banda, en lo que describió como una experiencia "muy placentera". La segunda no lo fue y lo hizo alejarse de por vida.

Es un error pensar que las drogas suministraron la inspiración de Pink Floyd. Los que tomaban las drogas eran los asistentes a los conciertos.

Sonido redefinido

Después de la salida de Barret y la llegada del guitarrista Dave Gilmour, la banda comenzó a redefinirse a finales de los '60 y comienzo de los '70, alejándose del pop excéntrico hacia el rock progresivo.

Además de participar con sus teclados y con su voz como acompañamiento, Wright escribió varias de sus canciones.

Entre ellas se incluyeron la pieza instrumental de 13 minutos Susyphuis del disco Ummagumma de 1969 y Summer'68 de Atom Heart Mother, el primero de los álbumes de la banda que ocupó el número uno.

Álbum récord

El siguiente disco, Dark Side of the Moon, de 1973, fue su obra maestra.

Wright fue coautor en la mayoría del álbum, incluyendo los temas Breathe, Time y Us and Them, pero su contribución más importante fue The Great Gig in the Sky.

Se trata de uno de los álbumes más populares de todos los tiempos y permaneció entre la lista de los 200 más vendidos durante 15 años.

El grupo se convirtió en una de las grandes bandas de los setenta y siguió editando discos, mientras que Wright también prosiguió una carrera como solista.

Sin embargo, las relaciones entre los miembros de la banda comenzaron a deteriorase y Waters despidió, de hecho, a Wright después del álbum de 1979 The Wall.

Waters amenazó con no lanzar el álbum si Wright se negaba a renunciar, señaló luego el tecladista.

Hubo un gran choque de personalidades entre Roger y yo y finalmente me di cuenta que no podía trabajar con esta persona de todos modos, así que me fui.

Sin Waters

Los otros miembros de la banda también se pelearon con Waters y en 1986 Gilmour y Mason comenzaron a trabajar en un nuevo disco sin él.

Wright se reunió con ellos y continuaron grabando y dando giras con el nombre de Pink Floyd, luego de una larga batalla legal con Waters.

Juntos hicieron dos discos más y dieron más de 100 conciertos en la gira para promocionar The Division Bell en 1994, que se convirtió en el tour más lucrativo del rock de la época.

Después de eso, la banda entró en la inactividad. Wright lazó otro disco como solista y terminó relajándose con su yate de 65 pies en las Islas Vírgenes.

Navegar era su "terapia y consigue liberar todas las presiones que uno siente en este negocio", indicó.

Wright se unió a su ex compañeros de grupo, con la excepción de Barret, una última vez en el Live 8 de Hyde Park en 2005.

Desde entonces se especuló continuamente que el grupo podría volverse a reunir para hacer una gira.

Pero con la muerte de Wright se cierra un capitulo de enorme importancia en la historia de la música británica.